8820 Todo ser debe querer ser redimido...

25 de junio de 1964: Libro 93

Yo cargué con la culpa por vosotros y así os traje la prueba de Mi gran amor, que no quería perderos a manos de Mi oponente. Como ser humano sufrí y soporte cosas inconmensurables, porque vuestra culpa era enorme, pero vosotros mismos no la podíais haber espiado, porque vuestra culpa consistía en el hecho de que vosotros... estando en la luz más brillante... os rebelasteis contra Mí y rechazasteis Mi amor. Este pecado... que estaba dirigido contra el mismo Amor Eterno... sólo podía ser redimido nuevamente a través del “Amor”, pero ya no podíais hacerlo porque os faltaba el amor. Y hubierais estado irremediablemente entregados a merced del amor opuesto si un ser no hubiera hecho esta expiación para vosotros... un ser, que ardía de amor por Mí, y de este amor se cargó con dolores y sufrimiento para vosotros... para que fuerais liberados de vuestro pecado original...

Este ser descendió de lo alto a vosotros los humanos, se hizo carne y se hizo “humano” igual como vosotros... Fue Jesús, Quien Me sacrificó Su vida para liberaros de aquel que os tenía atados. Esto ya es lo suficientemente conocido por todos vosotros, que Yo Mismo pude instalarme en Él, que Él... como puro amor... Me escondí dentro de Él... que el “Amor” en Él se sacrificó, así que Yo Mismo cumplí (sufrí) la muerte en la cruz, pero tuve que usar un caparazón humano para poder soportar el sufrimiento, para hacer la gran expiación, ya que Yo como “Dios” no era capaz de sufrir.

Pero una cosa no debe quedar de mencionar, que la obra de Redención ciertamente se ha realizado para todos los hombres, sin embargo, el hombre mismo debe aceptarlo, que él también puede dejar pasar milenios antes de que esta obra de Redención tenga un efecto en él. Porque hay que aceptarla voluntariamente, se ha ofrecido por todos los tiempos, por el pasado, por el presente y por el futuro... Pero lo primero lo que hay que hacer es siempre reconocer el sacrificio de la cruz, ponerse uno mismo bajo la cruz de Cristo, para poder tener un efecto. Se requiere la voluntad del hombre mismo de ser redimido por Jesucristo, de lo contrario llevará su culpa a la eternidad y allí... si no encuentra a Jesús... se hunde cada vez más y se acerca al nuevo destierro otra vez.

El pecado original no puede ser redimido por el ser mismo, aunque pasen las eternidades... Por eso el reconocimiento de Jesucristo como Hijo de Dios y Redentor del mundo es lo más importante en la vida terrenal... Y es por eso que se requiere una fe viva al respecto que muy pocas personas poseen. Y esta creencia se debilitará cada vez más, de modo que una “redención a través de Jesucristo” será llamado una leyenda que ya nadie toma en serio. Y así hay tantas almas que aún no están redimidas pasando al reino del otro mundo, y tienen que encontrar allí a su Redentor, de lo contrario toman el camino hacia las tinieblas para comenzar de nuevo el camino a través de la creación.

De nuevo la luz entra en las tinieblas... de nuevo Me acerco al hombre en la Palabra para explicarles claramente el gran significado de la obra de redención... Y de nuevo la gente no acepta la luz... y el número de los iluminados no aumentará mucho más. Pero los que tienen una fe viva en Jesucristo y en Su obra de Redención, ciertamente también sacarán la fuerza de Mí Palabra que necesitan en la última lucha de la fe, y también Lo reconocerán porque ya están redimidos de su pecado original. Su vida terrenal no fue sin éxito, Me reconocieron en Jesús y sus pecados anteriores les son perdonados... porque una vez no quisieron reconocerme y en consecuencia se hicieron pecadores... Pero Yo Mismo tomé sus pecados sobre Mí y he muerto para los hombres para redimirlos..._>amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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