8710 Juan 14:15-26...

29 de diciembre de 1963: Libro 91

“Quien guarda Mis mandamientos, ése es el que Me ama... quiero ir al él y revelarme a él...” Esta promesa Mía indica con toda claridad que Me doy a conocer a aquellos que cumplen con las exigencias que se les imponen, porque Me aman... Y con esta promesa Mía ya os di a vosotros la referencia de la obra de Mi Espíritu en vosotros en el momento de Mi caminar sobre la tierra, porque precisamente este Espíritu quería expresarse y daros una iluminación brillante sobre Mí Mismo, sobre Mi Ser y obra...

Quería revelarme a vosotros... transmitiros la pura verdad sobre todo lo que tiene su origen en Mí. Pero solo unas pocas personas han entendido el significado de estas Palabras, porque solo unas pocas personas atribuyen un valor a tales revelaciones divinas, pero en su mayoría todo es rechazado, lo que básicamente solo prueba el vínculo íntimo Conmigo. Yo no exigí de vosotros otra cosa que el cumplimiento de Mi mandamiento de amor, porque en cuanto lleváis en el amor verdadero, os conectáis también Conmigo Mismo, Quien soy el Amor, y “el que permanece en el amor permanece en Mí y Yo en él...”

Ahora también debe volverse cada vez más claro para vosotros que Yo... si estoy con vosotros o en vosotros... también Me expresaré, y cada expresión de Mi parte es una revelación. Y esto os debe garantizar la más pura verdad, porque de Mí no puede emanar otra cosa que la verdad. En consecuencia, podéis aceptar todo lo que se os ofrece en forma de tales revelaciones sin ninguna vacilación, porque emana de Mí, y solo la verdad más pura puede tener su origen en Mí.

Todos vosotros, humanos, deberíais profundizaros más en el significado espiritual de las Palabras que Yo Mismo pronuncié cuando caminé sobre la tierra. Y si no las comprendéis bien o sólo sabéis reconocer un sentido terrenal, estableced vosotros el vínculo íntimo Conmigo a través de una oración en espíritu y en verdad y pedidme la comprensión correcta, y en verdad os será concedida, porque es Mi voluntad, que vosotros os movéis en el pensamiento correcto; pero precisamente vosotros, que creéis tener el derecho y el llamado a anunciar Mi Palabra, vosotros mismos concedéis demasiado poca comprensión a Mi Palabra, porque no reflexionáis sobre el sentido, sino que simplemente ignoráis a lo que vosotros mismos no sois capaces de explicar intelectualmente.

Pero Mi Palabra ya ha sido pronunciada, y también sigue siendo válida. Yo os he prometido que Me revelaré Yo Mismo a vosotros, y por lo tanto no podéis castigar como mentiroso, que tenéis que creer en las revelaciones divinas, pero también tenéis que examinar seriamente lo que se debe reconocer como revelación divina, pero no se os permite rechazar ningún bien espiritual que haya llegado a la tierra de una manera inusual como obra de fuerzas opuestas... cuando Yo Mismo he pronunciado esa promesa.

Y también os será posible hacer un examen serio, porque también para esto os están dadas la características: “Examinad los espíritus para ver si son de Dios... Un espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en la carne, éste es de Dios...” Así también las revelaciones tienen que dar testimonio de la obra de Redención de Jesús y de Mi llegar a ser humano en Él... Pero entonces también podéis creer sin dudar, en cuanto la obra de Redención de Jesús es el contenido de esas revelaciones, que un humano afirma haber recibido directamente de Mí...

Realmente no necesitáis aceptar nada sin vacilar, tenéis la tarea de someter a examen todo bien espiritual, de lo contrario no habríais recibido la demanda: “Examinad los espíritus, a ver si son de Dios...” cada hombre debe tomar posición por sí mismo sobre lo que se le imparte, siempre debe llevar a cabo cada examen, invocándome a Mí Mismo, para que pueda llegar a una fe viva... lo cual no es posible, sin embargo, si aceptar sin examinar todo lo que se le presenta como bien espiritual.

Porque Mi oponente también está obrando, y siempre busca contaminar la pura verdad, y el hombre mismo tiene el deber de tomar una posición para poder distinguir la verdad del error. Y entonces debe ajustarse a las revelaciones divinas tanto como sea posible, porque en cuanto él mismo desee la verdad, Yo también la dejaré llegar a él de una manera y la aceptara sin contradicción interior, porque le toca como luz y fuerza, porque todo lo que emana de Mí no queda sin efecto.

Cualquiera que desee seriamente la verdad de Mí, ciertamente dirigiré su pensamiento en la dirección correcta, pues Yo Mismo entonces le pondré los pensamientos correctos en su corazón, porque él se dirige seriamente a Mi Mismo por la verdad y entonces también puede hablar de revelaciones divinas... Entonces él también puede reclamar Mis promesas para sí mismo... “Me revelaré a él...” Sentirá la verdad en su corazón y su entendimiento también la reconocerá como correcta, su pensamiento será guiado debidamente y rechazará cualquier pensamiento erróneo...

Sólo tiene que cumplir las condiciones previas: tiene que cumplir con Mis mandamientos de amor, de los cuales he hecho depender Mi revelación divina, porque Yo Mismo soy el Amor, y si debo revelarme, entonces el hombre también debe estar conectado Conmigo a través del amor, para que Yo esté ahora presente para él y él se encuentra en el área de la Verdad Eterna, en el cual ya no se puede pensar erróneo... Llevar una vida de amor y desear seriamente la verdad... esa es la garantía de que el hombre también se mueve en la verdad...

Sin embargo, el deseo de la verdad es mayormente faltante... incluso cuando el amor llena el corazón de una persona... y eso es porque la persona cree que posee la verdad, y por lo tanto no se le puede enseñar porque no pregunta, pero se imagina sabiendo... Por eso es bueno cuando la persona comienza a dudar, porque entonces se hace preguntas dentro de sí mismo, las cuales le respondo mentalmente con gusto, porque Me revelo a quien Me ama y guarda Mis mandamientos. Y muchas veces Yo Mismo pongo estas dudas en el corazón de un hombre, porque sólo quiero conseguir una cosa, de que los hombres se mueven en la verdad, y Yo Mismo quiero ayudar a cada uno para eso, que es de buena voluntad...

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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