8491 Alimentación de las almas con el alimento correcto...

9 de mayo de 1963: Libro 89

Vuestra alma debe recibir constantemente el pan del cielo, debe sacar el agua viva de la fuente si quiere sanar y madurar porque necesita urgentemente un alimento fuerte y una bebida vigorizante... Y Yo estoy siempre dispuesto a daros a darla este alimento si solo venís a Mi mesa para cenar Conmigo, si solo aparecéis siempre donde os ofrezco comida y bebida... si Me escucháis en cuanto Me dirijo a vosotros.

Y Mis dones nunca serán escasos, sino que podéis tomar en abundancia lo que Mi amor paternal os ofrece... Porque no debéis dejar que vuestra alma pase hambre y sólo pensáis en vuestro cuerpo, porque éste es perecedero, pero el alma es imperecedera, y su condición mejora mientras permanezcáis en la tierra. Y cuando Yo Mismo os doy de comer y beber, eso quiere decir que Yo Mismo os hablo, que oís Mi Palabra, que os enseña el amor... Y si ahora cumplís Mi palabra para que no sólo la oigáis, sino que también sois hacedor, entonces vuestra alma revivirá, madurará y alcanzará la perfección, para la cual camináis sobre la tierra como un ser humano.

Pero como queréis cumplir con vuestra tarea terrenal, si solo os fijáis en lo que conviene al bienestar de vuestro cuerpo... vosotros que solo vivís en el mundo y descuidáis por completo vuestra tarea espiritual... Vuestra alma deja el cuerpo como entró, entrará al reino del otro lado miserable y necesitada porque tuvo que pasar hambre durante su vida terrenal y por lo tanto tampoco pudo madurar.

Le negaron comida, nunca fue a Mi mesa para que Yo la alimentara y le diera agua, pasó todos los dones de la gracias sin usarlos, y se arrepentirá amargamente de esto algún día... Pero Yo no puedo forzaos a vosotros humanos, sólo puedo instruiros y hacer que toméis nota de Mi Palabra, que escuchéis Mi discurso una vez, que se os ofrecerá una vez el gran de la gracia, que ahora solo tenéis que aprovechar...

Vuestro peregrinaje es largo, y muchas veces os hundiréis débilmente en el camino y pediréis el justo refrigerio y entonces también deberéis dárselo a vuestra alma, y en verdad, continuaréis vuestro camino terrenal fortalecidos e iréis siempre a la fuente para fortaleceros y refrescaros de nuevo... Y una vez que hayáis sido Mis huéspedes, a quienes Yo Mismo podía alimentar con Mi Palabra, con el verdadero pan del cielo, pronto ya no probaréis ningún otro alimento, porque sentiréis el beneficio de un alimento, que vuestra alma necesita y que nunca querréis perderos.

Y entonces ya no necesitáis preocuparos de que no podréis cumplir con vuestra tarea terrenal. Porque seréis fuertes y cumplir con Mi voluntad, vuestra alma se unirá cada vez a Mí, y en la unión íntima siempre recibirá más fuerza, se transformará completamente en amor y volverá a ser lo que era en un principio: un ser divino que, en plena posesión de luz y fuerza y libertad, puede obrar y crear en Mi reino...

Y es por eso que vosotros los humanos debéis apegaros siempre a Mi Palabra, debéis desear escucharme y abrir vuestros oídos y vuestro corazón para que os pueda dar lo que necesitéis... Porque Mi Palabra es el alimento correcto, que viene del cielo, sin la cual vuestra alma nunca podrá sanar porque todavía es débil e imperfecta al comienzo de su encarnación como ser humano, y ha de madurar y perfeccionarse durante la vida terrenal.

Y donde Yo Mismo abro una fuente de la que brota el agua viva... Mi Palabra... allí el alma puede y podrá refrescarse en cualquier momento. Porque esta fuente es aún más fuerte y pura, el agua de vida aún no está expuesta a ninguna contaminación, fluye brillante y clara y tiene un efecto vigorizante en el alma que se refresca con ello. Y si vosotros humanos, ahora recibís Mi Palabra directamente, entonces tampoco debéis temer ninguna contaminación; recibiréis de Mí un conocimiento en toda la verdad, que significa luz para vosotros, que atraviesa la oscuridad como un rayo, en la que vosotros humanos estáis caminando, mientras no Me dejéis encender tal luz para vosotros.

No deambuléis en la noche, sino tratad de alcanzar la luz del día... No aceptéis cualquier alimento, sino que dejadme alimentaros y refrescaros de Mi Mismo, y no rehoyéis del camino a la fuente si queréis estar seguros de recibir un conocimiento espiritual intacto, que es la verdad, porque emana de Mí Mismo... Y en verdad, vuestro camino terrenal no será ocioso, os esforzaréis hacia la meta y también os acercaréis más y más a ella, porque Yo Mismo os llamo a Mi mesa, os invito como Mis invitados a cenar Conmigo y os serviré verdaderamente el alimento correcto y la bebida correcta, alimentaré vuestras almas para que no tengan necesidad de pasar hambre..._>amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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