8418 Gracia de la obra de Redención... Voluntad fortalecida...

21 de febrero de 1963: Libro 88

Una y otra vez necesitáis avisos, Mis amonestaciones y advertencias y Mis instrucciones para llevar la forma de vida que otorgue a vuestra alma la madurez para poder entrar en el reino de la luz. Y no dejaré a enviaros estas enseñanzas a través de Mi Palabra, Yo os ayudaré en todos los sentidos y también dirigiré vuestro destino de la vida de tal manera que vuestra voluntad pueda dirigirse correctamente, que entre en Mi voluntad y vosotros progresáis constantemente hacia arriba en vuestro desarrollo espiritual. Pero lo más importante es siempre guardar Mis mandamientos de amor a Dios y al prójimo... porque sólo entonces vuestro propio pensamiento está dirigido correctamente y porque sólo entonces tomáis el camino correcto... el camino hacia la cruz...

No os será posible entrar completamente n Mi voluntad por vuestra propia fuerza, porque vuestra voluntad está debilitada, porque aún está determinada por Mi adversario mientras que aún no os hayáis librado de él, mientras que aún os mantenga atados... Y esta atadura sólo puede ser desatada por Jesucristo, Que murió en la cruz por vuestra libertad y con ello también adquirió para vosotros las gracias de una voluntad fortalecida. Mediante Su muerte en la cruz pagó la gran culpa, cuyo resultado es vuestra voluntad atada y débil...

Si ahora os libraréis de esa culpa, entonces también la debilidad de la voluntad está superada, y a través de la obra de Redención de Jesucristo también disponéis de la fuerza de llevar vuestra forma de vida en Mi voluntad. Todo vuestro camino en la tierra es ocioso mientras no hayáis encontrado el Uno, Que os redima de la violencia del adversario, mientras que no Le reconozcáis como Redentor del mundo y el Hijo de Dios, en Quien Yo Mismo Me he convertido en hombre y Lo llaméis en busca de ayuda, porque a través de esta llamada Me reconocéis de nuevo a Mí Mismo, a Quien una vez negasteis vuestro reconocimiento y como resultado caísteis en el abismo, en vuestro desdichado estado.

Sin Jesucristo jamás podréis volver a Mí, sin Él vuestro camino terrenal no tiene éxito, porque mientras no se haya quitado el pecado original de vosotros, estáis lejos de Mí, y tampoco podéis llegar a ser felices, quedáis seres debilitados, sin luz, cuya condición es agonizante porque una vez emanasteis de Mí en luz , fuerza y libertad y perdisteis luz , fuerza y libertad a través de vuestra antigua apostasía de Mí... Ahora como ser humano debéis manifestar vuestra voluntad nuevamente, esforzaros hacia Mí y vuestro estado original nuevamente, y esto solo será posible para vosotros cuando vuestra voluntad experimente el fortalecimiento a través de la obrad de Redención de Jesucristo, cuando os dirigís a Él y pedidle que perdone vuestros pecados, si queréis que Él también haya derramado Su sangre por vosotros...

No sabéis cuán importante es para vosotros el reconocimiento de Jesucristo y Su obra de Redención, porque no sabéis que vosotros mismos Me invocáis en Jesucristo, y por eso ya testificáis vuestra voluntad de volver a Mí, porque Yo y Jesucristo es Uno, in en Jesús Se manifestó la Eterna Deidad para vosotros, vosotros que sois Mis criaturas, para que podáis verme, que Yo, como Espíritu que llena todo el infinito no podía ser visible para vosotros y por lo tanto irradiaba un forma completamente para que los seres creados por Mí ahora pudieran verme de cara a cara...

Jamás podréis comprender este misterio, pero debéis saber que no podéis pasar de largo a Jesucristo, y debéis comprender que una y otra vez os doy conocimiento al respecto a través de Mí Palabra, que esta encarnación Mía en Jesús es la mayor prueba del amor de vuestro Dios y Padre, que dio a sus criaturas, y que la creencia en “Dios” nunca puede excluir la creencia en “Jesús”, porque Yo sólo os puedo ser imaginable en Jesús. Y puesto que exijo de nuevo vuestro reconocimiento en vuestra vida terrenal, puesto que este reconocimiento es en realidad el propósito y el objetivo de vuestro camino terrenal, tenéis que por tanto reconocer a Jesús, Que es la Deidad Misma encarnada y Que redimió vuestro pecado original para hacer posible vuestro regreso hacia Él...

Por lo tanto, nada es tan importante como hacer saber a las personas de eso y exhortarlas a amar, para que se haga la luz en ellas y ahora también cumplan el propósito de la vida terrenal... y para hacer accesible a los hombres este conocimiento con toda verdad, dirijo Mi Palabra a la tierra, porque la verdad es la luz que brilla en vuestros corazones y también os llevará a la reconfiguración a vuestra naturaleza original, porque sólo a través de la verdad aprenderéis a conocerme y amarme, sólo la verdad os iluminará el camino que conduce a la cruz, y encontraréis la Redención del pecado y de la muerte...

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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