6455 Influencia por las fuerzas espirituales.... Tomar posesión....

20 de enero de 1956: Libro 69

Solo depende únicamente de vosotros los seres humanos qué beneficio sacáis de vuestra vida terrenal.... El camino que tenéis que tomar está marcado, es decir, en cuanto al destino todo se os acerca de tal manera que cada día, cada experiencia y cada pensamiento puede servir a vuestra alma a la perfección.... Pero sois completamente libres de evaluar todo esto, es decir, podéis dejar que vuestro pensar, querer y actuar esté determinado por el hecho de que os movéis completamente en el orden divino, pero vosotros también podéis cerraros conscientemente a cualquier impresión más profunda, que solo podéis mirar vuestra vida desde un punto de vista puramente mundano, lo que demostréis al creer que podéis dominar vuestro propio destino o poder dirigir la vida en otras direcciones.

Vuestra propia voluntad es decisiva.... Y tanto las fuerzas buenas como las malas buscan influir en esta voluntad; Fuerzas que quieren ayudaros a una vida de bienaventuranza después de la muerte del cuerpo, y fuerzas que quieren impedir vuestra transformación, vuestra perfección. Estos ahora solo pueden afectar vuestra voluntad y lo hacen de todas las formas imaginables. Estas fuerzas pertenecen a Dios o son de Su oponente.... tienen acceso a vosotros de acuerdo a vuestra voluntad, pero no pueden forzar vuestra voluntad.... Esto debe quedar claro que vosotros, los humanos, no estáis bajo su poder, que no pueden meterse en vuestra casa en contra de vuestra voluntad, sino que vosotros mismos tenéis que abrirles la puerta, a través de la cual ahora encuentren entrada a vosotros.

Vuestra alma, por lo tanto, puede estar todavía fuertemente sujeta a la ley del instinto.... eso significa que sus sustancias aún no se han suficientemente purificadas en su pre-desarrollo, en el estado de compulsión, que todavía llevan mucho de la impulsividad de este estado.... Y la consecuencia de esto es que fuerzas espirituales de la misma disposición, es decir, seres con la misma impulsividad, no encuentran la defensa de la voluntad cuando tratan de influir en ella.... entonces, por lo tanto, esos “emisarios” del oponente de Dios tienen un efecto sobre el hombre y, a menudo, con éxito....

Pero los seres de luz, las fuerzas que actúan en nombre de Dios, también quieren conquistar la voluntad de los seres humanos, y también solo pueden lograrlo a través de la transmisión mental.... Y el ser humano decide a qué pensamientos da cabida en sí mismo.... En cuanto cede al impulso de los seres de luz a pesar de su impulsividad, ahuyenta a todos los espíritus malignos que quieren hacerle daño. El ser humano debe, por lo tanto, liberar sus sustancias anímicas de los instintos que aún se aferran a él, que aún contradicen al orden divino, de todas las características humanas que aún prueban un amor mal dirigido, porque para este fin se le concedió al alma la vida terrenal como ser humano, para que ella.... como un espíritu original una vez caído.... se purifique completamente de todo lo impuro que todavía separa a este espíritu original de Dios.... Y esta obra debe ser realizada con total libre albedrío.

Si un alma ahora está demasiado oprimida por el oponente de Dios y sus seguidores, de modo que es demasiado débil para resistirlos porque no llama a Aquel, Que puede darla la fuerza necesaria.... entonces la fuerzas del mal bien pueden tomar posesión del ser humano y arrojar al alma de nuevo muy atrás, pero esto no significa siempre la caída completa en el abismo por que las demás características del alma en el reino del otro lado habilita todavía la ascensión, por lo que las almas que son muy debilitadas a menudo son repentinamente llamadas al reino del más allá y a través de su completa apatía ya no ofrecen a las malas fuerzas un punto de ataque y es por eso que pueden volver a encontrarse lentamente y la influencia de las fuerzas buenas puede entonces tener éxito.

Todo ser humano está opuesto a las opresiones de lo espiritual esencial que busca influirlo mentalmente. Sin embargo, a tales seres no se les permite establecerse en un cuerpo en contra de su voluntad, pero las sustancias del alma que son similares a ellos se sienten dirigidas y empiezan a rebelarse.... Y la voluntad del ser humano puede ordenarles que se callan, pero solo cuando Jesucristo le da la fuerza necesario.... cuando el ser humano se entrega por completo al divino Redentor para que le libere de cualquier tipo de necesidad espiritual....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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