6333 Jesucristo significa todo

15 de agosto de 1955: Libro 68

Nadie llega a la bienaventuranza sin Jesucristo... Y aun así hay incontables seres humanos que le rechazan porque no saben de la importancia de su Obra de Redención, pues también aquellos que sólo le profesan con los labios forman parte de estos. Porque la comprensión correcta de la Obra de Amor y de Piedad del Redentor divino también permitiría que los hombres vivirían siguiéndole, lo que también los llevaría a la bienaventuranza.

Y aunque en todo el mundo prediquen... aunque cada vez de nuevo su Nombre esté presentado a los hombres como única Ancla de Salvamento, únicamente una mínima parte sabe lo que el Hombre Jesús ha hecho para sus prójimos y por qué Él lo ha hecho.

Para muy pocos seres humanos en la Tierra Jesús ha llegado a ser un Salvador de pecado y muerte - para los que por su espíritu despierto saben de la importancia de la Obra de Redención, y que por eso también reconocen la gran desgracia en el mundo, pues saben lo lejana que la humanidad se encuentra del Uno que es el Único que puede regalarles una Vida bienaventurada...

En todo el mundo se predica de Jesús; y Él mismo se dirige a muchos hombres a los que habla mediante la boca de predicadores despiertos. Pero pocos se dejan impresionar de sus Palabras de manera que ya no se apartan de Él para dedicar su vida a la promulgación del Nombre Jesús...

Pero la mayoría olvida tan rápidamente como se entusiasma - un fuego de pajas que arde en llamaradas para luego consumirse igual de rápido... Porque Jesucristo no llega a hacerse vivo en ellos, pues no encuentra la entrada en su corazón porque ellos no viven en el amor...

Únicamente el amor hace que en ellos la fe se haga viva, porque sin el amor el saber sobre Jesucristo y su Obra de Redención no es más que un saber mundano sin tener efecto sobre la eternidad. Por eso siempre habrá solamente pocos que se sienten animados por llegar a ser verdaderos seguidores de Jesús y por encontrar Redención de pecado y muerte - a pesar de que el Redentor divino no se olvida de nadie a “seducirle” que se someta a Su cruz. Se dirige a un sinnúmero de seres humanos y se dirigirá cada vez de nuevo a ellos para exhortarlos al trabajo en sus almas pues cada vez de nuevo les comunicará su Doctrina de Amor...

Pero para que Él pueda llegar a ser vivo en sus corazones haca falta que ellos realmente acepten su Doctrina de Amor y que la pongan en práctica... Sólo entonces comprenden Su Obra de Amor y están conscientes de la desgracia que hay en la Tierra. La muerte tocará a cada uno, pero una muerte sin Jesucristo resultará en un destino horroroso en el Más Allá - un destino del cual otra vez sólo hay una salvación mediante el Redentor divino, porque por otro lado el alma tendrá que “vegetar” eternamente en tinieblas y desgracia...

Jesucristo significa todo, pero a la humanidad significa muy poco porque esta no recurre mucho en su Obra de Gracia, pues no le reconoce... y tampoco puede reconocerle porque no es apta para esto mientras carezca de amor... y este amor se ha enfriado entre los hombres.

Por eso hace falta que continuamente se predique el amor porque hay que llamar la atención sobre Aquel que Él mismo era lleno de Amor y que se había sacrificado para sus semejantes. Entonces, si el hombre se esfuerza a cumplir con los Mandamientos de amor, también se hará Luz en él –por lo que Jesús se ha muerto para los seres humanos– y él mismo se refugiará a la cruz e invocará a Aquel que es el Único que puede facilitarle la Redención de pecado y muerte...

Amén.

Traducido por: Ion Chincea

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