B.D.-Nr. 6096

Caminar sobre la Tierra.... Acto de gracia.... Regreso a Dios....

Es un acto inconmensurable de la gracia de Dios, que vosotros, como seres humanos podéis caminar sobre esta Tierra; porque disponéis de una posibilidad inmerecida de recuperar la posesión de luz y la fuerza que una vez renunciasteis voluntariamente. Vuestro pecado contra el Amor Eterno fue tan monstruoso que la condenación eterna habría sido el justo castigo, pues os rebelasteis contra el Ser supremo y más perfecto, a Quien debíais vuestra existencia, Cuyo amor inmenso os llamó a la existencia. Vosotros rechazasteis este amor.... mostrasteis hostilidad contra Aquel que sólo os dio amor ilimitado. Y al hacerlo, creasteis una brecha entre Él y vosotros que vosotros jamás podríais cerrar, y por lo tanto, vuestro destino habría sido la separación eterna de Dios, lo cual equivale a la condenación eterna en las tinieblas y el tormento....

Pero el amor de Dios no os abandonó.... encontró los medios para acortar la distancia entre Él y vosotros, para guiaros de regreso a Él. Y esto incluye la vida terrenal como ser humano, que es un acto especial de gracia de Dios, porque, sin merito propio, fuisteis guiado por un camino que conduce directamente a Dios, si lo recorréis según la voluntad de Dios.... si sometéis vuestra voluntad a la voluntad de Dios durante toda vuestra vida terrenal.

Todo recuerdo de vuestra caída se os ha quitado.... como seres independientes solo os enfrentáis a una decisión: querer, pensar y actuar el bien o el mal.... Sois pecadores por vuestra antigua rebelión contra Dios.... pero podéis enmendar este pecado, podéis liberaros de ello si no os oponéis a Dios durante vuestro caminar en la Tierra, sino que os dirigís conscientemente a Él.... si vuestra voluntad es buena.... Entonces vuestro caminar en la Tierra también será bueno, corresponderá a la voluntad de Dios, y entonces habréis pasado la prueba de vuestra voluntad.... habréis confesado a Dios, a Quien una vez os enfrentasteis con enemistad.

El amor sobremanera grande de Dios os creó esta oportunidad para volver a regresar a Él, para recibir luz y fuerza en abundancia y para recuperar vuestro estado original, es un acto de gracia del que sólo podéis haceros merecedor si lo aprovecháis, permitiendo que Su amor infinito pueda obra en vosotros y correspondiéndolo a través de vuestra completa sumisión a Él.... porque jamás podríais regresar a Él por sí solos, y solo esta gracia inmerecida de la encarnación como ser humano puede hacer posible el regreso a Dios, que, por lo tanto, no se valora lo suficiente y solo se reconoce verdaderamente cuando el alma recupera un estado de luz y fuerza.... Sólo entonces reconocerá lo que era, lo que es y lo que aún estar a llegar a ser.... Sólo entonces reconocerá el amor infinito de Dios, al que una vez se resistió, y entonces Lo amará con toda su intimidad y encontrará su bienaventuranza en este amor....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.