B.D.-Nr. 5781

Subordinación de la voluntad....

Subordinados siempre solo a Mi voluntad que solo exige amor de vosotros, y vuestro estilo de vida en la Tierra Me complacerá. Hallaréis gracia ante Mis ojos y habréis ganado Mi amor que ha estado con vosotros desde el principio, pero cuyo poder ya no podía tocaros. Sin embargo, tan pronto como hayáis entrado en Mi voluntad, de modo que todos vuestros pensamientos y voluntad se esfuercen por no contristarme, Mi amor podrá obrar de nuevo en vosotros con todo su poder.... es decir, hasta donde podáis soportarlo en la Tierra, porque ahora habéis regresado a Mí, de Quien una vez os separasteis voluntariamente.

Entrar en Mi voluntad significa esforzarse por moveros en el orden que es la ley fundamental desde la eternidad: perfeccionar todas las buenas cualidades, desechar todas las malas, formarse según el principio divino.... para llevar el amor interior a su máxima desarrollo.... Porque ser perfeccionado significa estar lleno de amor. La perfección es un estado divino, un estado que no muestra carencia, lo cual es, por lo tanto, también un prerrequisito para estar cerca de Mí, para estar unido a Mí. Y para lograr este estado dichoso, la voluntad de Mi criatura debe alinearse completamente a Mi voluntad.... tiene que entrar en Mi voluntad tan completamente que comience una actividad conjunta, lo que también significa renunciar a toda resistencia, a cualquier propia voluntad.... regresando así a Mí en el libre albedrío....

Vosotros, los humanos, debéis lograr este objetivo en la Tierra; debéis demostrar que queréis pertenecerme a Mí para siempre, reconociéndome y esforzándoos solo a Mí, ya que todo vuestro pensamiento y deseo en la Tierra consiste en vivir como Me agrada a Mí. Esta voluntad, es la prueba de la vida terrenal, y si esta voluntad está dentro de vosotros, entonces estáis a salvo para toda la eternidad, pues la fuerza os llega de Mí para llevar a cabo vuestra voluntad y vivir conforme a la Mía, tan pronto como ves vuestra voluntad dirigida hacia Mí.... Quiero que seáis bendecidos, pero no puedo forzar vuestra voluntad en ninguna otra dirección, porque vosotros mismos la determináis. Sin embargo, Mi amor abarca a Mis criaturas que, por propia voluntad, están a Mi voluntad.... que se han convertidos en Mis hijos y lo seguirán siendo por toda la eternidad....

amén


Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.