Complementaos, pero no os separáis; Caminad juntos, por no vayáis por caminos diferentes, si todos tenéis el mismo objetivo, venir a Mí, ver Mi rostro y ser bendecidos por la eternidad. Sabed que Yo juzgo a cada ser humano según su ser más interior y que no rechazo a quien no se dirige hacia Mí, pues es un hijo descarriado que sólo necesita Mi gracia y Mi misericordia, pero no Mi ira. Así también estoy al lado de todos aquellos que están perdidos y gentilmente los aliento a seguir el camino correcto que conduce a Mí. Cada ser humano es considerado de manera diferente pero eso no debe haceros pensar que no pueden lograr su objetivo. A quien sólo Me anhela, Yo también lo atraeré. Por tanto, no os peleéis los unos con los otros ni os separéis, sino luchad juntos en la lucha final en esta Tierra.
Para Mí entonces sólo hay un ejército, del cual Yo soy el Comandante.... Quienes creen en Jesucristo y por eso llevan Su nombre en sus frentes.... Sólo Me fijo en una cosa, y es importante: hasta qué punto su fe es viva.... el hecho de que confiesen con la boca a Jesucristo no los coloca todavía en el grupo de los que son Míos, sino que sean verdaderos cristianos que lleven una vida siguiendo a Jesús y hayan llegado así a una fe viva, ese es el factor decisivo para ser contados entre Mi pequeño rebaño, del cual Yo soy el Pastor. Y mientras las congregaciones luchen entre sí, también les falta esta fe viva, porque entonces también les falta el conocimiento de lo que Yo entiendo por Iglesia fundada por Mí.
Los verdaderos miembros de esta Mi Iglesia se entienden entre sí, aunque pertenezcan a diferentes denominaciones y escuelas de pensamiento; los verdaderos miembros se buscan unos a otros y son felices de haberse encontrado, y los verdaderos miembros están en la conexión más íntima Conmigo mismo porque anhelan Mi Palabra y también la reconocen como verdadero alimento y verdadera bebida. Los verdaderos miembros de Mi Iglesia no se preocupan por lo exterior, ni le dan importancia alguna, sino que están llenos de amor hacia Mí, así como de amor al prójimo, y en consecuencia el espíritu se despierta y les enseña correctamente, para que se reconozcan unos con otros y ya no tengan nada unos contra otros. Entonces se esfuerzan juntos para ascender, ayudándose unos a otros cuando el ascenso es difícil, porque entonces se dirigen hacia una meta alta: regresan a la casa del Padre, y Yo vengo a su encuentro y Me muestro a ellos, porque a quien Me desea sinceramente, Me acerco a él como Amigo y Hermano y tomo a todos Mis hijos paternalmente en Mi corazón y nunca más los dejaré alejarse de Mí....
amén