4462 Aptitud para percibir la Voz de Dios - Condiciones

16 de octubre de 1948: Libro 52

Podéis percibir la voz del espíritu sólo si todos vuestro esfuerzos y afanes se dirigen a Mí, así que apartándo vuestros pensamientos por completo del mundo. Con esto no quiere decirse que no cumpláis con vuestras obligaciones terrenas o que os retiréis en la soledad. Pues esto no corresponde a Mi Voluntad, pero sí, en medio de la agitación del mundo tenéis que buscar la oportunidad, y la encontraréis también, donde vuestra alma se separa del mundo, pudiendo entrar en vosotros, donde por poco tiempo podéis liberaros de todo pensamiento terreno, donde así vuestra alma puede oscilarse en esferas que nada tienen que ver con la tierra, donde Yo soy el punto céntrico del pensar, sentir y querer, así que donde Me busca y anhela hablar Conmigo.

Esa corta comunicación Conmigo la puede establecer todo el que sólo quiera, incluso en medio del trabajo terrenal puede dirigir por unos minutos su pensamiento a Mí, y Yo consideraré cada uno de los pensamientos y lo agraciaré con Mi Palabra, y si de esa manera permanece el hombre mentalmente en Mi Reino, si toma el tiempo para mantener Conmigo diálogo interior, y pone atención a los pensamientos a él dirigidos como respuesta, tendrá la aptitud de percibir Mi Voz, perfeccionar en sí, y pronto ella sonará en él como una palabra en voz baja pero clara pronunciada como palabra en el corazón.

Todos vosotros podéis formaros en esa capacidad, pero para ello se requiere un apartamiento completo del mundo. Nada de fuera debe penetrar en él si quiere percibir la voz interior.

Y para eso se requiere una gran fuerza de voluntad, encerrándose del mundo exterior sin dejarse influenciar de lo que es parte del mundo. Yo tengo que ser anhelado y poder tomar posesión únicamente Yo del corazón, si no, no puedo estar presente ante él ni tampoco él puede percibirme.

Nadie puede servir a dos señores. Si Yo hablo, todo lo edemás tiene que callarse, y a quien le pertenezca Mi Amor, que viene a expresarse en la Palabra, tiene que darme a Mí su amor y deshacerse voluntaria y solícitamente de todo lo mundanal, pues Mi Gracia es costosa y tiene que ser correspondientemente apreciada.

Amén

Traducido por: Pilar Coors

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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