4455 Falta de acumulación de bienes espirituales en la Tierra. Arrepentimiento en el Más Allá

9 de octubre de 1948: Libro 52

Uno de los más pobres en el Reino espiritual será aquel que en la Tierra no ha coleccionado bienes espirituales, con lo que pasa vacío por las puertas de entrada del Más Allá. Yo quisiera evitaros esta suerte porque tendréis remordimientos si mirando atrás os dais cuenta de las muchas oportunidades que desperdiciasteis.

La pobreza en el Reino espiritual es tan agobiante y desesperante que os torturará y paralizará vuestra voluntad, por lo que difícilmente podréis liberaros de este estado angustioso. Y eso teniendo en cuenta que en la Tierra resulta tan fácil el acumular bienes espirituales - si tan sólo os acordáis de Mí y deseáis la comunicación conmigo. Tan sólo esta petición ya os garantiza la llegada de mi Palabra de diversas maneras... pues siempre seréis llevados allí donde podéis recibir mi Palabra - a no ser que la recibís de Mí en pensamientos, es decir, si en vuestros pensamientos reconocéis mi Voz.

Una vez que en vuestros pensamientos entráis en contacto conmigo, es decir, que procuráis alcanzarme, seguro que íntimamente os sentiréis empujados a actuar en el amor. Yo me anuncio mediante mis advertencias en favor del amor, porque sólo entonces podré establecer el contacto con vosotros.

Ante todo procuro sensibilizaros para actuar en el amor, y esto lo hago directamente por la voz interior o mediante avisos o advertencias por el exterior, por divulgadores de mi Palabra que predican únicamente el Amor. A estos escuchadles, y si hacéis caso a la Palabra que ha tomado su origen en Mí, entonces también reunís bienes espirituales, y de esta manera adquirís una riqueza que os quedará eternamente - una riqueza que no se os puede quitar ni en la Tierra ni tampoco en el Más Allá... una riqueza que continuamente aumentará, incluso si continuamente repartís de ella.

Entrar en el Reino del Más Allá con bienes como estos es realmente lo más deseable, porque os aseguran la Vida eterna - una vida en el Reino espiritual en toda actividad... la única que os constará bienaventurada y que os deleitará. Pero el que entra totalmente vacío, una vez que se encuentre en el Reino del Más Allá, le resultará extremadamente difícil el conseguir bienes espirituales, aunque no sea del todo imposible... Porque también allí se les predica el Evangelio. Pero, como en la Tierra, es libre de aceptar o rechazarlo... como en la Tierra depende únicamente de su voluntad... pero esta voluntad está totalmente debilitada, y sin ayuda mediante la transmisión de fuerza difícilmente tomará una decisión.

Pero también esta transmisión de fuerza depende de la voluntad del alma de servirse de ella para una actividad en el amor; y también depende de la intercesión amorosa de un ser humano, razón por la que vosotros, los hombres, nunca podréis compadeceros suficientemente de estas pobres almas... las que precisan de vuestra ayuda con urgencia porque en la Tierra se jugaron la oportunidad de acumular tesoros espirituales que, en el Más Allá, les habrían traído la bienaventuranza. Su pena es grande, pero como los hombres no hacen caso a mi Palabra por no tener fe, entran en el Más Allá pobres y de espíritu sombrío.

Amén.

Traducido por: Meinhard Füssel

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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