Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8951

8951 Prueba de decisión: Confesar a Jesucristo....

10 de marzo de 1965: Libro 94

Qué camino toméis, lo determináis vosotros en el libre albedrío, sin embargo, siempre que tengáis conocimiento tanto de Mi voluntad como del ser de Mi adversario, que siempre obra en contra de Mi voluntad. Y eso siempre lo experimentáis a través de la voz de la conciencia.... siempre tendréis el sentimiento del bien y del mal en vosotros, porque reconocéis en vosotros mismos los efectos de hacer el bien y el mal. de modo que Mi voluntad prevalecerá en vosotros cuando os sentéis impulsados hacer el bien, mientras que el trabajo del oponente desencadena en vosotros impulsos innobles y os defenderíais si el prójimo dejaría escapar tales impulsos sobre vosotros.

Y así toda persona puede decir que sabe muy bien cuándo está cometiendo una injusticia, porque se rebela tan pronto como se comete contra sí mismo. Pero entonces Mi oponente lo tiene en su poder, del cual solo Uno puede liberarlo, si se entrega a Él.... Jesucristo, el redentor de la humanidad.... porque rompió su poder con Su muerte en la cruz, y pagó el precio de compra por todos los pecados del pasado, del presente y del futuro. Lo hizo por amor a los hermanos caídos. Pero ellos tienen que aceptar la Redención a través de Él en su libre albedrio.

Todo hombre tiene que reconocerse y confesarse como pecaminoso y querer librarse de la culpa del pecado, entonces su voluntad también experimentará un fortalecimiento, porque Jesucristo adquirió esta gracia de voluntad fortalecedora para vosotros en la cruz. Y precisamente por la voluntad de los hombres lucha el oponente con una persistencia para no perderlos.... Pero el mundo de la luz también lucha por ellos, y Yo realmente hago todo lo posible para ganarlos para Mí. pero no puedo forzar a ningún hombre, así como Mi oponente tampoco puede forzar a nadie.... Así que el hombre mismo toma la última decisión.

Esa es la prueba de voluntad, si vosotros los hombres Me elijáis a Mí o a Mi oponente como vuestro Señor.... y podéis ser felices si se os ofrece todavía la posibilidad de una decisión en el reino del más allá, que también os ofrece la elección de subir a la cima, si todavía encontráis al divino redentor allí o hundiros de nuevo a las profundidades, para que luego pueda tomar posesión de vosotros por completo y volver a estar irrevocablemente desterrado en la materia.

Si mi amor solo fuera determinante, entonces os librería de repente de su poder, pero esto contradice Mi ley del orden eterno y también contradeciría Mi justicia, que exige la expiación de toda culpa y sin esta expiación no puedo aceptaros en el reino de la luz. Por eso tenéis que reconocer a Aquel y pedirle perdón por vuestra culpa, Quien ha hecho expiación por vosotros en vuestro nombre.

Que vosotros ahora en los últimos tiempos ignoráis completamente el Evangelio de amor que es precisamente esto lo que ha causado vuestro punto bajo espiritual debe ser considerado como obra de Mi oponente, quien está sin amor y trata de sofocar esto también en vosotros para dificultaros el camino de regreso hacia Mí. pero solo podéis recuperar Mi amor a través del amor para que el amor brille sobre vosotros y os vuelva a cambiar a vuestro ser original. Y es por eso que vuestro estado es tan desesperado, si vosotros mismos no deseáis esta transformación, si la voluntad no despierta en vosotros para volver a unificarse Conmigo, y de ese modo, priváis a Mi oponente de sus derechos sobre vosotros....

Pero esto es exactamente lo que tenéis que lograr vosotros mismos, no puedo ni debo obligaros a hacerlo, porque se trata de una decisión de vuestro libre albedrío, que solo hace posible un perfeccionamiento, incluso si tengo que esperar siglos....

Pero una vez lo lograré, una vez os dirigiréis a Mí, y voluntariamente dejarais que Mi amor brille sobre vosotros nuevamente y sean felices nuevamente, como lo era al principio....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise