Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8842

8842 El estudio no garantiza ningún saber espiritual

21 de agosto de 1964: Libro 93

Es un extenso sector el que se os abre a través de Mi Plática desde lo alto. Vosotros penetráis en un territorio desconocido a vosotros, y podéis enriqueceros extaordinariamente con el gran saber voluminoso que recibís de bienes espirituales. Pero él os obliga también a que lo transmitáis, pues este ideario debe irradiarse claramente en todas partes, donde se encuentren corazones solícitos receptivos. Pues lo que recibís, es la Verdad, y aunque ella cause escándalo cada vez de nuevo en aquellos que evaluan y aprecian su entendimiento superior a la transmisión espiritual. Sin embargo, mientras los hombres no puedan liberarse de la ideología que tradicionalmente tomaron en posesión, tanto tiempo no son capaces tampoco, de reconcer la Verdad pura. Pues lo que se ha ganado por el estudio, si el espíritu de ese no está despertado, es un saber muerto, de quien se ha apropiado de tal saber.

Y por eso experimentaréis allí el mayor rechazo, donde sólo el intelecto había participado, donde Yo Mismo no podía hablar, porque Yo hablo al espíritu del hombre que mantiene el vínculo con el Espíritu del Padre de la Eternidad. Rara vez sólo encontraréis allí comprensión, mas lo cual no os impida en abogar por la exclusiva Verdad, pues ningún hombre estará en condiciones de refutárosla, porque Yo Mismo dirijo esta Verdad a la tierra y a Mis Argumentos, en verdad, nada puede ser opuesto.

El hecho de que los hombres interpreten según su arbitrio pasajes de la Biblia, deja que se reconozca cada vez mejor y con más claridad a su error, el cual no quieren confesarse a causa de su estudio de muchos años. ¿Pero, de qué sirve ese estudio sin el despertar del espíritu? ¡Y cuál es el error que ha llevado a cabo! Y vuestra misión es de ir en contra de ellos, descubriendo todos los errores y ofrecer a los hombres la Verdad desvelada, la que acepterán mucho antes que una ideología que pretende tener el derecho a la Verdad. Lo que vosotros emprendáis para dirigir a los hombres el saber de arriba, eso tiene Mis Bendiciones y no dejará de surtir su efecto, pues cuantos hombres hay que se escandalizan en la doctrinas desfiguradas, y serán felices de haber eoncontrado una explicación que les es plausible.

Sin embargo, os haréis de enemigos a los hombres que persisten en su saber obtenido por el estudio, precisamente porque les falta el despertar del espíritu. Pero eso que no os moleste, pues vosotros trabajáis por orden de Mí. Vosotros anunciáis la Verdad, la única que en Mí tiene su origen, y vosotros superáis a ellos en el saber, verdaderamente, pues podéis dar explicación sobre todas las cosas que precedieron a la creación del mundo y de los hombres. Y eso es, en verdad, tan significativo, y no os lo podrán refutar. Ellos solamente pueden rechazarlo como increíble, mas ellos no podrán dar una explicación mejor y motivación de su ser en la tierra. Ellos tendrán que confesar que tampoco a través del estudio sabían nada de eso, lo que por medio Mí Mismo se les ha sido explicado a los hombres.

Vostros hombres no podéis, sin embargo, presumir, de que vosotros, los que estáis en un alto saber intelectual, de poseer un privilegio frente a los hombres con un intelecto más débil, si se trata de la consecución de la madurez del alma. Vosotros no podéis hacer dependiente la "madurez del alma" de vuestra perspicacia, porque pudistéis "estudiar", si no habéis despertado antes a vuestro espíritu, el cual entonces os hubiese indicado al error. En cambio un intelecto débil puede llegar a despertar el espíritu, porque para ello sólo es necesario el amor, y este tiene que ser practicado justamente, para llevar el espíritu a la vida. Y quien vive ese amor, no puede declararse conforme con herejías. Él sabe exactamente, donde se ha introducido el error, y él entrará por completo en acción, para exterminar esas herejías.

No importa si pertenecéis a esta o a quella dirección espiritual, antes que no despertéis el espíritu a la vida, continúa siendo vuestro saber, un saber muerto, que no puede irradiar ninguna fuerza a los oyentes. Esto sea dicho a todos aquellos que rechazan o deniegan Mis Revelaciones a causa de su saber mundano, el cual Yo no puedo denominar de otra manera, porque fue obtenido por vía del estudio, mas no garantiza para que sea Verdad, la cual exclusivamente de Mí, como el manantial original de la Verdad puede ser conseguida.

Amén

Traducido por Pilar Coors