Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8834

8834 Sobre la cuestión de la encarnación de Dios en Jesús...

28 de julio de 1964: Libro 93

Cuántas veces ya habéis sido informados de Mi encarnación en Jesús. Y sin embargo, este pensamiento no es aceptado por vosotros, porque no sois capaces de captar la estrecha relación entre un ser humano y a Mí, no creéis que sea posible que Dios... a Quien vosotros creéis inconmensurablemente lejano, puede únase a un humano para ponerse su vestido espiritual y permanecer en esta forma para vosotros para siempre. Por tanto, también debéis tomar nota del proceso de la divinización del ser humano, sólo entonces os acercaréis más a este pensamiento, y sólo entonces creeréis tanto en el ser humano Jesús, Que vino a la tierra con el propósito de una misión, como también de Mi encarnación en Él.

Una y otra vez Me dirijo a los humanos y trato de transmitirles la comprensión al respecto, que no quieren negar a Jesús históricamente, pero que no tienen conocimiento acerca de Su misión, para la cual no puedo darles ninguna prueba. Este es un asunto de fe, y por eso es difícil presentaros los motivos de Su misión, porque vosotros tampoco queréis saber nada del hecho de que una vez os hicisteis pecador y que el pecado fue la razón de Su venida a esta tierra. Pero vuestra propia imperfección como ser humano tendría que ser una prueba para vosotros, ya que no ha emanado nada imperfecto de Mí, pero que vosotros os sentís como criaturas de un poder, si tan solo reflexionáis sobre vuestro estado.

Y si imagináis vuestra propia insuficiencia como consecuencia de un pecado, entonces también comprenderéis por qué Jesús descendió a la tierra... para traeros la redención. Y esta fue Su misión real, y que (la cual) ahora también resultó en una divinización completa... la cual también será de incomprensible para vosotros, si no se os transmitirá el conocimiento correcto acerca de eso también. Porque es el significado y propósito de vuestra terrenal que os esforcéis también por la divinización en la tierra y también podéis hacerlo a través de las gracias de la obra de Redención que el hombre Jesús había adquirido en la cruz para vosotros. Y nunca se puede lograr la divinización en la tierra sin la obra de Redención de Jesucristo...

Pues debéis saber una cosa, que el Amor en el ser humano Jesús ha realizado esta obra... pero que Yo Mismo soy el Amor... que es Mi sustancia original y este Amor lleno completamente al ser humano Jesús, de modo que incluso Yo Mismo tomé vuestros pecados sobre Mí y caminé el camino a la cruz... Solo que usé un caparazón humano que era capaz de sufrir y así expió los pecados de los humanos a través del sufrimiento excesivo y la muerte en la cruz... Una y otra vez trato de haceros comprensible este problema para vosotros, los humanos, pero una y otra vez solo aquellos que tienen un deseo por la verdad pura lo comprenderán, pero no aquellos que están tan enraizados en el mundo que les es indiferente saber cuál es el motivo de su encarnación y en que tarea se basa su existencia en la tierra. Porque estos están completamente en poder de Mi oponente, y tampoco se separarán de ello.

Y así el circulo de los que quieren llegar a ser sabios se hará cada vez más pequeño, porque los hombres del mundo los superan, y no quieren saber nada de Jesucristo y Su obra de Redención ni de Mi encarnación en Él, porque las tinieblas del espíritu los envuelven, y en ellas también dejarán sus vidas y entrarán al reino del más allá. Pero a todos aquellos que desean aclaración, que no están del todo de acuerdo con este problema de Mi encarnación en Jesús, quiero revelarme una y otra vez y tratar de resolverles este problema, porque aunque no puedan comprenderlo, así lo recordarán de repente y entran en el reino del más allá con un poco de luz cuando haya llegado el día de su partida de esta tierra...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise