Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8502

8502 (Continua al No 8501) Difusión de la Palabra...

19 de mayo de 1963: Libro 89

Y donde ahora existe la oportunidad de dar conocimiento a los demás seres humanos acerca del final inminente y todos los acontecimientos que aún lo preceden, allí también debéis hablar para que nadie pueda excusarse por no haber escuchado nada al respecto. Porque verdaderamente todavía quiero hacer todo lo posible para que a los hombres les sea dado aún una pequeña luz, y por lo tanto también os reuniré con aquellos en los que hay todavía un pequeño rayo de esperanza de que reaccionarán, al pensar en ello y ahora observando ellos mismos lo que está pasando a su alrededor.

Trato de dirigir los pensamientos de todos los hombres de tal manera que quieran una aclaración sobre lo que todavía han de esperar, si no en esta vida, entonces en otra vida, a la que se dirigen sus pensamientos. La vida, la que la gente vive ahora, con los pensamientos solamente dirigidos al mundo terrenal, no es de ninguna manera curativa para las almas, porque toda materia debe ser superada por el alma en la vida terrenal. Sin embargo, si el ser humano se encadena en la materia, entonces esto significa para el alma un estado de necesidad, inanición y de desesperanza para el logro de su objetivo...

Y es por eso que los humanos deben ser llamados de atención de la desaparición de todo lo terrenal, y con buena voluntad aún pueden aprovechar el corto tiempo para adquirir algo que perdure incluso si el cuerpo físico perece... eso es lo único que quiero conseguir cuando sigo anunciando el próximo fin, que se den cuenta del estado de sus almas, si es que tienen alguna creencia en la vida después de la muerte... Sin embargo, falta esta creencia y es por eso que la necesidad espiritual es tan grande en este último tiempo.

Pero no debéis desanimaros de hacer saber a vuestros semejantes una y otra vez lo que vosotros mismos pudisteis aprender de Mí... Debéis hablar de la obra del espíritu dentro de vosotros y también del contenido lo que Mi Palabra os transmite... Debéis decirles que corren un gran peligro de perderse para siempre si no aprovechan celosamente el último corto tiempo hasta el final para transformar vuestro ser al amor, que en el último tiempo no muestra mucho amor...

Debéis decirles que tienen que recorrer todavía el camino hacia Jesús antes de su muerte, que llevar su culpa del pecado bajo Su cruz y pedirle Su perdón... Y tenéis que enseñarles los mandamientos más importantes. Los mandamientos del amor a Dios y al prójimo... de cuyo cumplimiento depende ya su estado de alma en la tierra y un día en el reino del más allá... Todo lo que aprendéis de Mí Mismo debéis seguir transmitiendo, siempre correspondiendo al grado de madurez de los semejantes, para que aprendan a entenderlo y también dirijan sus pensamientos a Mí, Que siempre les ayudaré cuando pidan ayuda.

Por eso envío este conocimiento a la tierra para que los hombres tengan una explicación, también de lo que les queda por delante y de lo que les anuncio constantemente, para que no se sorprendan de los acontecimientos que irremediablemente vendrán, como lo he anunciado siempre y constantemente. Porque todavía quiero darles a todos la oportunidad de prepararse, para que entonces pueden mirar al final sin miedo, que solo tiene que ser temido por aquellos que, completamente obstinados como seguidores de Mi oponente, serán desterrados nuevamente en las creaciones de la nueva tierra.

Deprendeos de la materia terrenal para que no se convierta de nuevo en vuestro caparazón, del cual ya no podéis libraros por si solos... Creedlo, que el final está llegando dentro de poco, porque el punto bajo ha llegado, ya no hay más cambio espiritual en esta tierra...

Solo una transformación total de la tierra también puede lograr un punto de inflexión espiritual, y para que se os permita experimentar este punto de inflexión en la nueva tierra, debéis esforzaros por la unión íntima Conmigo, para que podáis contaros de entre los que son Míos, que permanecen fieles a Mí incluso en la lucha de fe más feroz que Mi oponente aún os lanzará... para que saquéis la fuerza de Mí y perseveréis hasta el final... Y podréis entrar en un reino de paz y felicidad... Podréis vivir en la nueva tierra , donde seréis recompensados por vuestra constancia cuando debáis confesarme ante el mundo... Entonces habréis superado este mundo y nunca más necesitáis temer a M adversario, porque éste está atado junto con sus seguidores de nuevo por mucho tiempo...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise