Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8194

8194 Recordad el final....

17 de junio de 1962: Libro 86

A menudo debéis recordar el final que os llegará antes de lo que esperáis. Entonces siempre debéis tener presente que el tiempo de vuestro obrar por vuestra alma ha terminado, que entonces podréis en el reino de la luz, pero que todavía puede haber oscuridad a vuestro alrededor si no encendéis tanto luz dentro de vosotros de antemano, que no necesitáis temer la oscuridad. Tenéis que estar irradiantes de luz cuando entréis en el reino del más allá, entonces no necesitáis temer esta transición al reino del Espíritu.... Y cada día que aún experimentéis en la Tierra, podéis fortalecer la luz dentro de vosotros si os unís Conmigo en pensamientos y oraciones íntimas, que siempre os traen un suministro de fuerza de Mi parte y esto siempre significa un aumento de luz.

No creáis que el fin está aún muy lejano en el futuro, sino sabed que podéis esperar cada día, porque ha expirado el tiempo que os fue concedido para la maduración de vuestras almas, y desde Mi parte se cumple este tiempo, que he fijado para la disolución final de la Tierra a través de la cual el antiguo orden será restaurado para que pueda continuar la redención de lo espiritual todavía atado. Realmente ha llegado para vosotros el tiempo del fin, en el que no queréis creer y que, por tanto, seguís posponiendo una y otra vez para el futuro. Pero cada uno de esos pensamientos falsos es perjudicial para vosotros.... es perjudicial para vuestras almas porque entonces no aprovecháis plenamente el tiempo que todavía queda para que vuestras almas maduren.... Creedlo, que sólo Me dirijo a vosotros porque no quiero dejaros sin conocimiento acerca de lo que está por venir.

Quiero que sepáis un poco acerca de las correlaciones y ahora os ajustéis a Mí según este conocimiento, que reunáis tanto amor dentro de vosotros que Me llaméis cuando estéis en necesidad, porque entonces Yo también os escucharé y quiero ayudaros para que no os perdáis, para que no os desesperéis, pero debéis saber que hay Uno, Que quiere ayudaros y también puede hacerlo, si tan sólo acudís a Él con la confianza de que Él, como vuestro Padre, es siempre servicial y no os rechaza ninguna petición. Sólo debéis reconocerme, debéis saber que soy para vosotros un Padre amoroso, que hace todo lo posible para ganarse a sus hijos, para que se gane vuestro amor y, por lo tanto, regresen voluntariamente a Aquel, de Quien una vez se alejaron una vez voluntariamente, pero también una vez más regresen voluntariamente a Él, porque Mi amor los persigue y no los dejará para siempre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise