Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8171

8171 El sacrificio expiatorio del hombre Jesús....

7 de mayo de 1962: Libro 86

Aquel que Se dejó crucificar sabía de todas las necesidades espirituales y terrenales de los seres humanos, que eran el resultado de la culpa del pecado.... Y por eso quiso borrar la culpa del pecado de la humanidad, quiso asumir todos los sufrimientos, quería traer ayuda a Sus semejantes en su necesidad.... El hombre Jesús, Cuyo amor sumamente grande Le dio el conocimiento acerca de la lamentable condición de los seres humanos y su causa.... Él sabía que nunca pudieron liberarse de su necesidad, porque Él también sabía la razón de su humanidad, su antigua apostasía de Dios, su Creador, en el libre albedrío.

Y este hombre Jesús Se ofreció a Su Dios y Padre desde la eternidad como sacrificio expiatorio.... Quería borrar la gran culpa de los humanos, quería abrirles de nuevo el camino hacia el Padre.... Él Mismo quería dar Su vida, para devolver la vida a Sus semejantes que habían perdido la suya por su apostasía de Dios, porque se encontraban en estado de muerte, estaban atados en el poder del oponente de Dios. Y arrebatar a los humanos de este poder fue la voluntad y la obra del hombre Jesús, Cuya alma descendió del reino de la luz a la Tierra para el propósito de esta misión.

Un amor sobremanera grande Le motivó por este plan de Salvación, porque estaba en constante conexión con el Amor Eterno; Estaba lleno de amor por el Padre, y este amor lo impulsó a recorrer un camino de terribles sufrimiento y tormentos para expiar la culpa del pecado que agobiaba a toda la humanidad. Y el amor en Él crecía constantemente, el Amor Eterno Mismo se instaló en el hombre Jesús, que se preparó como morada para Su Padre, Que era el Amor Mismo.... Y este Amor que moraba en Él le dio la fuerza para realizar una obra de Misericordia, que fue y seguirá siendo única.... que Él entregó Su vida por los humanos, que sufrió la muerte más dolorosa en la cruz y así borro la culpa del pecado para toda la humanidad, para los seres humanos del pasado, del presente y futuro....

Sólo el Amor podía realizar tal obra.... Dios como el Amor Eterno estaba en el hombre Jesús.... entonces Dios Mismo había ofrecido el sacrificio de la cruz y redimido a la humanidad de la muerte eterna. La justicia de Dios no permitió que el pecado quedará impune.... la justicia de Dios también hizo imposible aceptar el ser pecador en Su reino de luz y bienaventuranza.... Y por lo tanto, la humanidad habría que permanecer en su estado infeliz porque ella misma no podría haberse liberado de eso, si un alma de luz no se hubiera apiado de su angustia.... si un alma de luz no se hubiera ofrecido a ofrecer expiación en lugar de los seres pecadores y satisfacer la justicia de Dios....

Pero este sacrificio expiatorio fue inconmensurable doloroso; ningún ser humano habría soportado jamás esta medida de tormentos, si un exceso de amor no Le hubiera dado la fuerza para aguantar hasta el final.... si Dios Mismo, el “Eterno Amor” no hubiera estado en el hombre Jesús y Jesús era, por tanto, capaz de sufrir un sufrimiento sobrehumano precisamente por la fuerza del amor.... Pero el hombre Jesús sufrió indeciblemente y por tanto pagó la gran culpa del pecado hacia Dios, de esta manera despejando el camino hacia el Padre, para los humanos que se ponen conscientemente bajo la cruz.... que quieran participar en la obra de Redención de Jesús, que se acerquen a Él para aumentar sus fuerza de voluntad, para el perdón de sus pecados y también reconozcan y admitan el Padre Mismo en Él....

Ninguna persona es forzada, es completamente libre si se relaciona y cómo se relaciona con Jesucristo y Su obra de Redención, pero siempre se le da información sobre lo que el hombre Jesús hizo por sus semejantes y Quien fue , Que realizó esta obra de Redención en el hombre Jesús. Y se señala repetidamente que ningún ser humano debe pasar por alto a Él, al divino Redentor Jesucristo, si quiere entrar nuevamente en el reino de la luz y bienaventuranza, donde una vez permaneció antes de su caída en desgracia....

Jesús ha expiado la gran culpa, pero ahora también hay que acercarse a Él conscientemente.... hay que pedirle que su sangre también sea derramada por quien Le hace esta petición. El hombre debe huir voluntariamente a Él bajo Su cruz.... Y será verdaderamente redimido de toda culpa, podrá regresar a casa del Padre, Que añora a Sus hijos, pero sólo puede aceptarlos de nuevo en Su reino cuando toda culpa ha sido borrada por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios y Salvador del mundo....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise