Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8123

8123 La muerte está superada.... Jesús y Dios son Uno....

12 de marzo de 1962: Libro 86

Sólo debéis tomar el camino hacia la cruz, y entonces ya no tendréis que temer la muerte.... Porque resucitaréis y viviréis para siempre.... Jesucristo es el Redentor del pecado y de la muerte, Él es el Salvador, Quien os eleva desde las tinieblas; Es Él, Quien Se enfrentó al oponente para luchar y lo venció. Y así también venció la muerte que aquel trajo al mundo.

Jesús recorrió el vía crucis por vosotros y por vuestros pecados, y tan pronto como lleváis vuestra culpa a la cruz, entonces pertenecéis a aquellos por quienes Él derramó Su sangre, por quienes el murió en la cruz para borrar vuestra culpa del pecado.... Pero debéis estar dispuestos a dejaros redimir, debéis reconocerlo a Él como el Redentor, Que se convirtió en el caparazón del Espíritu de Dios Eterno, Que se unió con Dios y por tanto realizó también la obra de la Redención con el poder de Dios.... Porque el “Poder de Dios” es el Amor....

El ser humano Jesús estaba lleno de amor, es decir, lleno del Espíritu del amor divino, a través del amor estaba íntimamente fusionado con el Amor Eterno Mismo, y por tanto era Uno con Dios, o también: la Deidad Eterna Misma se manifestó en Jesús. Ella llenó a Jesús por completo, y así tuvo lugar la Deificación del alma de Jesús, la unificación completa con el Espíritu Padre desde la eternidad, quien es Sí Mismo es el Amor... Entonces Dios Mismo realizó la obra de Redención en Jesús, Dios Mismo borró la culpa inconmensurable de los seres humanos, y ahora puede liberarse de su culpa todo aquel que se confiesa a Él en Jesús, que reconoce a Jesús como el divino Redentor, en Quien Dios Mismo se manifestó, por Él.... Cuya sustancia primordial es el Amor.... llenó por completo al ser humano Jesús.... Así que Dios se convirtió en humano y Jesús se convirtió en Dios, porque Jesús se fusionó con el Amor Eterno, Jesús y el Amor Eterno eran Uno.

Por eso el camino hacia Dios, el regreso a la casa paterna, sólo está garantizado a través de la cruz; El humano debe llevar sus culpas bajo la cruz, debe pedir perdón al Amor Eterno en Jesús, para borrar sus culpas.... Y verdaderamente, se le abrirá el camino hacia el Padre, el hombre resucita a la vida. Porque la muerte es el resultado del pecado, y la muerte ha sido vencida por Jesucristo, por Dios Mismo, y el alma del ser humano alcanzará la vida eterna y nunca la perderá.

El ser humano mismo no puede expiar la culpa original de su antigua apostasía de Dios, porque está atado por aquel que trajo la muerte al mundo.... todavía se encuentra bajo el poder del oponente de Dios quien también cayó en lo más profundo y llevó consigo a innumerables seres, que lo siguieron voluntariamente, pero que ya no tienen fuerza para volver a separarse voluntariamente de él.... Y Jesucristo recuperó la fuerza de estos seres en la cruz, dio Su vida al respecto, para que se fortalezca su voluntad....

Él pago el rescate con Su muerte en la cruz, para que el adversario ya no pueda mantener atado a un ser que busca escapar de su poder cuando toma el camino de la cruz.... Le basta el llamado a Jesucristo para que Se ponga entre el ser humano y el adversario y da la fuerza a cada uno para tomar el camino hacia arriba, hacia el reino que es su verdadera patria.... Porque ahora está abierto el reino de la luz en cuya puerta está Jesucristo Mismo recibiendo a todo aquel que sólo quiere acudir a Él y pedirle perdón de toda culpa. Porque Jesús dice de Sí Mismo que cada uno vivirá que cree en Él....

Éste no probará la muerte, ya no necesita temerla, porque Jesús ha vencido la muerte y dará vida a todo aquel que sólo desee a Él y busca de liberarse de Su adversario. Pero sin Él no hay redención, sin Jesucristo no hay perdón de pecados, sin Jesucristo el ser humano queda cargado con su culpa original, y nunca encontrará la entrada al reino de la luz, porque el oponente de Dios no lo dejará ir, porque también tiene el poder sobre aquel que una vez lo siguió voluntariamente hacia las profundidades.

Por tanto, nadie debe hacer la vista gorda ante la cruz, nadie debe pasar por alto la cruz.... cada uno debe llevar también su culpa bajo la cruz y entregársela a Aquel, Que murió por los pecados de la humanidad.... Él mismo asumió todo el sufrimiento y el tormento de la obra de la Redención para allanar el camino a los humanos para que lleguen al Padre, de Quien una vez se separaron voluntariamente y cayeron en las profundidades. Y cada uno que llama a Jesús pidiéndole misericordia encontrará la salvación, porque en Jesús estaba el “Amor”, y el Amor perdona toda culpa.... El Amor da vida eterna a todo aquel que reconoce a Jesucristo como Hijo de Dios y Salvador del mundo.... porque el Amor Mismo estaba en Jesús....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise