Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8032

8032 ¿ Que es el Amor? – Transformación de la egolatría en el amor al prójimo

4 de noviembre de 1961: Libro 84

Siempre de nuevo seréis amonestados a llevar una vida en el amor, porque el amor es la fuerza que os salva; el amor es el camino que conduce a Mí. El amor es Mi elemento original, y por eso quien vive en el amor está íntimamente unido a Mí, porque ese me atrae sin falta, absolutamente a sí, a Mí, que soy Yo Mismo el Amor.

¿Mas qué significa llevar una vida en el amor según Mi Voluntad? Debéis transformar el amor de sí mismos, que al comienzo de vuestra encarnación como hombre es vuestro ser, en el desinteresado amor al prójimo, es decir debéis transformar el amor que pide y quiere poseer, en el amor desinteresado al prójimo que sólo quiere dar y hacer feliz altruístamente, el único amor que puede ser llamado divino.

Mi adversario lo ha comprendido, invirtiendo en vosotros ese amor divino, poniendo en vosotros la codicia de cosas que están en contra de Dios. Ha comprendido despertar apetitos en vosotros, que tratáis luego de satisfacer; él os ha sumergido el egoísmo en el corazón. Ese amor tenéis que cambiarlo otra vez en el amor desprendido, en el amor divino, y por cierto durante el tiempo de vuestra vida terrena. Debéis practicar la caridad desinteresada, debéis pensar menos en vosotros mismos, en cambio tomar a pecho la suerte de vuestros semejantes, debéis hacer felices a los hombres e irradiar amor cordial, porque únicamente es divino un amor de ese modo, es el amor el que nos une en el tiempo y en la eternidad. Por eso se les debe indicar a los hombres sobre su tarea en la tierra siempre de nuevo: A que se formen en amor. Siempre de nuevo se les debe colocar delante Mis Preceptos de amor, al mismo tiempo que se les diga cual es la repercusión que tiene en el alma una vida en el amor. Que se les dé también la argumentación, de por qué Yo exijo de los hombres amor, de que reciban la aclaración de que por eso cayeron en la profundidad, porque rechazaron Mi Amor, porque se salieron de Mi Orden, porque se pusieron fuera de Mi Circuito de Amor y a causa de eso invirtieron su ser.

Los hombres deben ser informados en que la fuerza del amor garantiza también una "Vída", mientras que sin el amor está muerto el ser, aunque el hombre viva en apariencia. Que sepan que viven en la tierra para adquirirse la vida eterna, y que para la vida eterna se requiere un grado de amor, que tiene como condición la lucha consciente del amor propio o egoísmo. Que el hombre sepa que bajo 'amor' como Yo lo quiero, es siempre sólo de entender el amor desinteresado, entregado que quiere hacer dichoso.

Y si trata de cambiar su ser en amor, entonces pronto experimentará la eficacia del amor divino, aprenderá a comprender todo, se hará luz en él, saldrá de la oscuridad del espíritu, y llegará al 'conocimiento'. Será penetrado por Mi Espíritu y podrá adoctrinar, pues su conocimiento interior le da la capacidad de transmitirselo a los hombres, los que primeramente llegan a ese claro estado de lucidez mediante las obras de amor, para poder reunir la comprensión para ello y puedan reconocer como Verdad el saber transmitido.

El amor tiene que tener como consecuencia un estado espiritual claro, si no se tratará siempre de fingir sólo con palabras el cumplimiento de Mis Preceptos de amor, mas la prueba falta. El amor es lo primero, el amor es lo Divino, el amor es el fuego que irrevocablemente irradiará luz. Así pues tiene que ser sabiduría su característica en donde es practicado el verdadero amor, de tal modo que el modo de pensar del hombre es correcto, de que una luz interior le ilumina, de que entonces puede hablar sabiamente, porque el espíritu en él se expresa, porque Yo Mismo me puedo expresar en él, y Mis Palabras son en verdad Luz y vida y atestiguan la Verdad profunda.

Tiene que reconocerse el efecto de una vida de amor porque: "El que permanece en el amor, ese permanece en Mí y Yo en él". Donde Yo puedo estar, allí actúa Mi Espíritu, y este se manifiesta de tal modo, que en verdad ya no podéis dudar más de Mi Presencia.

Por eso los hombres tienen siempre que estar tocados con apuros y desgracias, para que en ellos se encienda la llama del amor y llegue a ser una llama luminosa, y Yo formo por eso a hijos docentes en la tierra que predican el amor a los hombres, que anuncian Mi Voluntad a los hombres y tratan de introducirlos en un saber que sólo puede ser ganado por una vida en el amor.

Por eso envío ahora otra vez a Mis discípulos del tiempo final, afuera en el mundo, para que anuncien Mi Evangelio, el cual Yo Mismo dirijo a la tierra.

Amén

Traducido por Anonymous