Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/8017

8017 El bajo nivel de lo espiritual... Firmeza de la fe... Lucha...

13 de octubre de 1961: Libro 84

También los Míos tendrán que pasar por apuros porque cada vez cuando Yo los saco de estos, ellos deben llegar a una fe más y más profunda. Porque ellos deben aguantar hasta el fin, por lo que precisan de una fe inquebrantable, de la cual luego sacan la fuerza para la resistencia. La lucha contra la fe será lo último, pero será llevada con toda brutalidad. Pero una fe viva la opone resistencia, porque entonces estáis tan íntimamente unidos conmigo que temeréis nada, haga el adversario lo que haga para que falléis. Una fe profunda es una conexión viva conmigo. Entonces para vosotros Yo ya no seré el Dios lejano sino el Padre que está con su hijo, por lo que este ya no puede pasar miedo porque se siente seguro con la Protección del Padre.

Entonces también quedará comprobado quién pertenece a mi Iglesia, la que Yo mismo he fundado... quedará comprobado quién tiene una fe férrea como Pedro - una fe que no vacila por mucho que la ataquen... quedará comprobado quién está íntimamente unido conmigo y quién obra en la Verdad, y que por eso también sabe de mi Plan de Salvación desde toda eternidad. Pues estos también se enfrentarán intrépidamente a todo que se emprendiera contra ellos.

Vosotros que sois Míos reconoceréis cada vez con más claridad que el final ya no está lejano; y si pasáis por el mundo manteniendo los ojos bien abiertos, entonces también os daréis cuenta del bajo nivel de lo espiritual que pronto ya no podrá bajar aún más, por lo que requiere un fin. El día que está determinado desde eternidades también será respetado.

Pero los hombres, incrédulos, querrán descartar vuestras anunciaciones; poco os prestarán oídos, y aunque los exhortéis y prevengáis, ellos harán sus planes y no querrán desistir de ellos... siempre sólo pensarán de manera meramente mundana y harán caso omiso de toda clase de advertencias espirituales. Por eso serán sorprendidos de lo venidero y experimentarán también el final sin ser preparados - a no ser que mi última advertencia haga que aún se dirijan hacia Mí y todavía hagan un cambio.

Y ante todo acontecimiento venidero vosotros –los que queréis ser Míos y seguir siéndolo– debéis estar preparados. Vuestra fe no debe vacilar porque debéis estar firmes como una roca... Y Yo quiero ayudaros a conseguir esta fe, pues siempre cuando os encontráis en grandes apuros mi Ayuda os resulta manifiesta. Que conste que Yo no os abandono porque os habéis entregado a Mí y queréis servirme.

Pero también sé las exigencias a las que aún tendréis que hacer frente en el último tiempo, y Yo quiero prepararos para que podáis satisfacerlas todas de manera justa... para que dispongáis de una fuerza de fe que es vuestra Fuerza, pase lo que pasara. En todas partes tengo que contribuir al progreso - donde vosotros todavía carecéis en algo. A cada uno de vosotros aún le tengo que llevar a mi Escuela, porque Yo quiero que aguantéis todos los desafíos... que en todos vuestros apuros os dirijáis a Mí y os confiéis a mi Ayuda.

Cada vez de nuevo podréis experimentarme... cada vez de nuevo debéis experimentar mi Amor y mi Poder, y siempre quiero resultaros presente. Ahora la unión conmigo será más y más intensiva y ya estáis fuera de peligro que falléis, porque Yo os mantengo y protejo contra mi adversario, emprenda él contra vosotros lo que quiera.

La última lucha en esta Tierra será corta, porque Yo mismo acortaré los días - por el bien de los elegidos. Pero es irrevocable que tendrá lugar, ya que se trata de la última separación de las ovejas de los cabritos20... Ante el mundo los Míos tendrán que declararse abiertamente partidarios de Mí, y consta que verdaderamente tendrán la Fuerza necesaria para esta confesión abierta, porque cuando se les provoca, al ser conscientes de mi Presencia no temen al adversario, pues se enfrentan a él llenos de Fuerza y hablan sin miedo.

Y si entonces todavía parece que el adversario haya salido triunfador, ¡él no podrá aniquilaros!, porque Yo mismo vendré en las nubes... Yo mismo os salvaré de vuestras mayores aflicciones... Yo acogeré a los Míos y volveré a atar mi adversario durante mucho tiempo; pues pondré freno a sus maquinaciones... Yo voy a rescatar a los Míos para luego realizar la reorganización de la Tierra, para que pueda empezar un nuevo período de Redención... para que pueda continuar el proceso de desarrollo de lo espiritual, conforme al Plan de Salvación desde eternidades.

Amén.

Traducido por Pilar Coors