Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7972

7972 La decisión es vuestra, conforme vuestro modo de vida

20 de agosto de 1961: Libro 83

Sabed que todo que os sucede en la vida –lo que os aborda como acontecimiento espiritual o también terrenal– por Mi parte es querido o tolerado. Porque el paso por la Tierra de cada ser humano está determinado por Mí - siempre conforme a su desarrollo espiritual. De modo que todo esto os puede servir para vuestro bien, y no hace falta que sufráis daño alguno si tan sólo aceptáis todo de mi Mano, y si con devoción también soportáis todo lo pesado. Porque en la actitud correcta ante Mí también aprovecharéis de manera correcta de todo acontecimiento, y vuestra alma madurará.

Vuestra vida terrenal tiene un único objetivo: la maduración de vuestra alma... y conforme este fin os abordan todos los acontecimientos terrenales - o sufrimientos o alegrías... Todo que acontece puede acercaros a Mí - si vuestra libre voluntad es encontrar la unión conmigo.

Pero también mi adversario intenta ganaros para sí... Por eso, por parte de él, os acosarán tentaciones, las que Yo tolero porque también él todavía tiene un derecho a vosotros, con lo que igualmente ejercerá su influencia sobre vosotros - aunque el adversario nunca pueda obligaros porque siempre será cosa vuestra hasta qué punto os dejéis influenciar de él. De modo que vosotros mismos sois los que decidís, y eso por vuestra inclinación consciente a Mí o a él... y esta decisión la podéis tomar en cualquiera de vuestras condiciones de vida... cada experiencia, cada golpe de fortuna, cada alegría y cada sufrimiento puede insinuaros a tomar esta decisión.

Y una vez que sabéis que nada puede suceder sin que sea mi Voluntad o sin que Yo lo tolere, entonces pronto nada ya podrá inquietaros... porque tan pronto que dirijáis vuestra mirada y vuestros pensamientos a Mí, y me llaméis a Mí que venga a vosotros... o si en vuestra oración os recomendáis a Mí, entonces estáis madurando espiritualmente, con lo que hay otro punto en favor de vuestra alma. Todo esto también son pruebas de fe, las que tenéis que sostener. Porque mi adversario hará todo lo posible para separaros de Mí... para destruir o debilitar vuestra fe en un Dios y Padre, que siempre está dispuesto a ayudar a sus “niños”.

El adversario siempre querrá enturbiar vuestro espíritu, y siempre procurará cubriros con tinieblas para que ya no podáis reconocerme como vuestro Padre amoroso desde toda eternidad. Por eso, precisamente al tratarse de golpes del destino, procurará a adelantarse y a provocar en vosotros indignación y mal humor. Pero entonces debéis resistir firmemente, y debéis saber que todo que Yo permito que os suceda es en vuestro favor... y que para solucionar también la mayor desgracia sólo tenéis que dirigiros a Mí, en fe firme, y entregarlo todo a Mí - a El que verdaderamente os saca de cualquier apuro.

Pues mi preocupación continua es siempre vuestro regreso a Mí. Yo quiero ataros a Mí, y de ninguna manera perderos, por lo que siempre os manifestaré mi Amor en el que nunca deberíais dudar. Ya habéis ido por un camino muy largo38 que os acercó cada vez más a Mí; y este último trayecto corto ahora requiere de vosotros una gran fuerza de voluntad, porque debéis dirigiros conscientemente a Mí, a la Altura; mientras que hasta entonces fuisteis “arrastrados” por mi Amor... pero este Amor aún os da mucho más, pues hace todo lo posible para asegurar vuestro regreso a Mí...

Regaladme únicamente vuestra libre voluntad en la que aspiráis por Mí, ¡y no os dejéis seducir por el mundo que es el medio de mi adversario para ganaros!

¡Tened fe en Mí y en mi Amor, y en vuestro corazón desead al Padre! ¡En cualquier desgracia del cuerpo y del alma llamadme a Mí! En verdad, cada experiencia hecha sólo servirá para vuestra elevación, porque todo está fundado en mi Amor y mi Sabiduría, acontezca lo que os acontezca... Y confiad plenamente en mi Amor y mi Poder, porque siempre estoy dispuesto a ayudar - si tan sólo me llamáis en el corazón.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel