Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7928

7928 Motivo de los dolorosos golpes del destino

26 de junio de 1961: Libro 83

Todavía os daré muchas oportunidades para que encontréis el camino hacía Mí antes del fin. Una y otra vez me revelaré continuamente a vosotros, aunque muchas veces en forma dolorosa, pues habéis de admitir que vosotros mismos no podéis determinar vuestro destino. Tenéis que aceptar que por encima de vosotros siempre existe una Fuerza que se inmiscuye en vuestra vida, y cuando ya no hay otra posibilidad, os vuelve a salvar del abismo al que os dirigís ciegamente.

Yo quiero salvaros, pero no fructifica ninguna de mis exhortaciones ni advertencias. Por eso tengo que trataros de vez en cuando con dureza y lastimaros con heridas. Tengo que quitaros lo que más amáis: lo que poseéis en la Tierra. Tengo que enviaros muerte y enfermedades; tenéis que ser golpeados por diferentes mazazos del destino, porque no pensáis en Mí, porque lleváis una vida sin creer en Mí, vuestro Dios y Creador de eternidad, y porque no creéis en un Poder al cual debéis vuestra vida.

Se multiplicarán los casos en los que Yo destruiré a los hombres, en los que aparecerá la muerte, en los que las catástrofes acabarán repentinamente con la vida de los humanos. Yo me manifestaré de manera evidente, pero sólo seré reconocido por los hombres de buena voluntad, quienes encontrarán entonces el camino hacía Mí y ya no podrán perderse.

El final cada vez más está más próximo, por lo que mi Amor, Sabiduría y Poder tendrán que intervenir muchas veces. Hay que mostrar continuamente al hombre lo transitorio de lo terrenal, hacer que tome consciencia de que anhela objetivos sin ningún valor y que tendrá que sufrir frecuentemente en cuerpo y Alma, pero que también puede recibir ayuda en cualquier momento si se vuelve hacia Mí y pide auxilio en su miseria.

E igualmente deben pensar vuestros semejantes, que pueden tener también el mismo destino, para que lleguen a la conclusión que no están en esta Tierra con el fin de gozar de la vida terrenal.

Cualquier golpe del destino puede tener este efecto sobre el prójimo, que reflexionará sobre si su propio modo de vida corresponde a la Voluntad de Dios, y sobre si cree en Dios. Cualquier golpe del destino puede ayudar al hombre a encontrar la fe cuando se dirija a Mí y también a conocerme por mi ayuda visible.

Vosotros, los que recibís mi Palabra, explicad a vuestro prójimo lo que a veces parecen intromisiones duras en la vida de los hombres y faltas de amor, aclaradle que cada medio del que me sirvo es para ganar hombres para Mí y que no dejaré de manifestarme, que cada golpe del destino es una manifestación mía que puede herir a cualquiera, pero que solamente tiene el fin de volver sus pensamientos hacía Mí. Porque ya queda poco tiempo, y vosotros los hombres sólo os preocupáis por el mundo, pero no por la salvación de vuestra alma.

El mundo pasa, lo que implica que nada suyo podéis llevaros al Reino del Más Allá. Siempre corréis detrás de bienes muertos y por eso se os advierte siempre e incesantemente sobre lo pasajero de este mundo.

Continuamente, una y otra vez, oís hablar de accidentes y de catástrofes de todo tipo, tenéis que lamentar pérdidas humanas; y siempre, una y otra vez, os preguntaréis por qué un Dios de Amor permite algo así. El Dios del Amor quiere ganaros para Él, quiere haceros felices y por eso desea que volváis vuestros pensamientos hacia Él.

Sólo mi Amor motiva todo lo que os golpea duramente. Porque otra vez estaríais perdidos por tiempo indefinido si no pensáis en Mí. Sólo por eso me manifiesto ahora y os castigo dura y dolorosamente cuando no tomáis en cuenta mis advertencias amorosas y mis avisos. Porque Yo no quiero que os perdáis. Todavía quiero salvaros antes del final y preservaros de un destino mucho peor, de un destierro en las Creaciones de la Tierra, que es inevitable si antes del fin del mundo no encontráis el camino hacia Mí.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel