Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7807

7807 Moisés.... Profetas en el Antiguo Testamento....

25 de enero de 1961: Libro 82

No debéis dudar nunca de Mi amor, porque no solo soy vuestro Padre y Creador, sino también vuestro Padre, de Cuyo amor surgisteis. Y Mi ser original es el amor, que nunca puede cambiarse, que nunca se disminuirá y que, por lo tanto, solo necesita ser reconocido para poder ser respondido. Pero que no Me reconocéis en Mi amor, que estáis mucho más inclinados a considerarme como un Dios de “ira”, Quien condena injustamente y sin piedad cuando Sus criaturas se han vuelto pecadores contra Él, eso es una consecuencia de vuestro antiguo pecado y rebelión contra Mí.... Cuando os pervertisteis en vuestro ser, que era puro amor, ya no fuisteis capaz de reconocerme a Mí Mismo, porque todos vuestros pensamientos estaban mal dirigidos....

Se desviaron de la verdad y ya no podían captar nada correctamente, y Mi oponente se aseguró de que esta oscuridad se hiciera cada vez más profunda en vosotros al luchar contra toda verdad, porque entraba en su plan hacer que Me ignorasteis por completo para evitar vuestro regreso hacia Mí.... para destronarme, sobre Quien se había levantado y fue el primero en apartarse de Mí. Mientras aún no fuisteis redimidos de este pecado original, era imposible reconocerme correctamente a Mí y a Mi ser y por eso caísteis en pecados cada vez mayores como seres humanos y os levantasteis en contra de Mí, pecasteis contra vuestros semejantes, y a través de todos estos pecados, vosotros mismos habíais creado una condición, que erais cada vez más adictos a Mi oponente, que ahora os dominaba y os impulsó cada vez más al pecado.

Mi amor ahora ya no podía ayudaros, porque os habíais vueltos completamente inaccesible para ello, y solo os podían dar leyes de parte de la “Deidad Todopoderosa”, para que vuestra existencia en esta tierra estuviera asegurada después de todo, porque Mi oponente quería destruir porque creía poder arrebatarme Mi poder de este modo. Y estas leyes siempre exigieron de vosotros sólo el reconocimiento de un “poder” sobre vosotros, porque “amor“ ya no podíais conocerlo y reconocerlo como consecuencia de vuestro pecado.

Pero los hombres tampoco quisieron inclinarse ante esta violencia, cuyos corazones estaban particularmente endurecidos porque estaban influenciados por aquel a quien se habían sometido y a quien se reconocían como su “Señor”.... En todos estos hombres Mi voluntad estaba apagada, para ellos no existía la posibilidad que su Dios y Creador se hacía escuchar, porque pertenecían enteramente a Mi oponente.

Y eran solo los hijos de Israel, a quienes todavía se Me conocía como “Dios y Creador”, cuyo poder lo reconocían y temían.... Razón por la cual los saqué repetidamente cuando entraron en poder de otros y Me llamaron en su angustia.

Sin embargo, ellos tampoco Me reconocieron como un Dios de Amor, como su Padre, porque tenían el espíritu oscurecido como resultado del pecado de la apostasía anterior y primero esta gran culpa del pecado tuvo que ser pagado antes de que la luz podría ser traída a ellos, en la cual también Me reconocían como su “Padre”. Y entonces dejé levantar profetas entre esos pueblos, y estos fueron “impulsados” por Mi Espíritu.... Tenían que hablar lo que Yo quería decirles a los hombres a través de su boca, pero no era su propia luz que brillaba en ellos, pero si, podría provocar un cambio de actitud, de modo que la gente ahora buscara a su Dios y Creador y luego Yo también Me dejó encontrar de aquellos de buena voluntad.

Pero la gente sólo pudo reconocerme como “amor” después de Mi muerte en la cruz, después de la Obra Redentora de Jesucristo, que significó la redención de su culpa original, y entonces también la luz irrumpió en aquellos que vivieron en el amor. Porque la fuerza para ello les vino ahora de las gracias de la Obra de Redención.

Entonces también reconocieron Mi verdadero ser, que en sí es el Amor, la Sabiduría y el Poder.... Luego ellos mismos fueron resplandecientes con la luz del conocimiento.... Y luego les fue posible distinguir la verdad del error, que siempre se cuela en donde la oscuridad del espíritu era inconfundible....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise