Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7577

7577 Viernes Santo....

15 de abril de 1960: Libro 80

A través de Mi sufrimiento y muerte en la cruz encontrasteis redención del pecado y la muerte.... Hice el sacrificio por vosotros como ser humano, di Mi vida en terrible tormento para pagar la culpa de vuestros pecados, para abriros el reino de la luz de nuevo, que os estaba cerrada a causa de vuestro pecado. Y este sacrificio trajo el amor en Mí, porque sólo éste fue capaz de realizar tal obra de Misericordia, porque el amor es el poder, porque el Amor es Dios Mismo desde la eternidad....

Vosotros humanos jamás podréis imaginar lo que sufrió el hombre Jesús, porque aunque Yo mismo estuve en Él, el cuerpo humano no se salvó del sufrimiento y del dolor porque quiso expiar la gran culpa por causa de la justicia.... el pecado de la anterior apostasía de Mí fue tan inconmensurablemente grande que los mismos seres no podrían haberlo expiado, incluso si hubieran pasado eternidades al respecto. Porque los seres estaban llenos de luz cuando se rebelaron contra Mí....

Y el hombre Jesús sabía de esta gran culpa en virtud de Su amor sobremanera grande, sabía que este pecado exigía una expiación inmensurable para que la justicia fuera satisfecha.... Y Él Mismo se ofreció a Mí como sacrificio y Yo acepté este sacrificio porque el amor lo trajo, o también: Yo mismo lo ofrecí, Que soy el amor eterno.... Me fijé en el hombre Jesús, Lo llené con Mi Espíritu, de Mi amor, que es poder, y así el hombre Jesús también encontró la fuerza para esta obra de Redención, que estaba asociada con un sufrimiento y un tormento inconmensurable, que correspondían a la magnitud de la culpa del pecado....

Porque quería pagar esta culpa del pegado, quería hacer expiación por causa de la justicia.... Él también sabía en qué necesidad se encontraba la humanidad si no se le brindaba ayuda, y Su alma se Me había ofrecido a Mí como un sacrificio, Su alma permaneció Conmigo cuando Sus hermanos cayeron al abismo, y Su alma se ofreció a salvarlos porque ellos mismos ya no podían levantarse y porque el camino de regreso a la casa del Padre también les estaba bloqueado mientras su gran culpa del pecado no fue pagada. El alma de Jesús sabía de todo....

Había enviado a Mi hijo a la tierra, había aceptado Su oferta de hacer expiación por Sus hermanos caídos.... y Él sabía de la cantidad de sufrimientos que Le esperaba. Pero Su amor Lo impulsaba, Su amor era para Mí y Sus hermanos caídos que quería traerme de vuelta a Mí.... Él descendió a la tierra y caminó el camino como un ser humano, Me absorbió por completo; el amor que Le llenaba cada vez más.... Yo Mismo.... ahora Le determiné a hacer todo lo que hizo, porque este amor era sólo para la humanidad esclavizada que quería redimir de las cadenas de Mi adversario.

Y así siguió el camino de la cruz.... el camino del sufrimiento y del amor.... hasta que llegó el momento en que sacrificó Su vida por Sus semejantes, hasta que llegó el día, en que sufrió la muerte en la cruz con terrible dolor y tormento, cuando se sacrificó en la cruz para pagar la gran deuda del pecado que pesaba sobre la humanidad. Sufrió un dolor indecible e indecibles dolores Le causaron Sus adversarios que se desahogaron contra Él como enviados de Mi adversario....

Era un sufrimiento que ningún ser humano podría haber soportado si el poder del amor no lo hubiera preservado.... si el amor mismo no lo hubiera llenado y le hubiera dado la fuerza para soportar hasta la muerte.... Y este acto de amor redimió a la humanidad de la muerte eterna.... La justicia de Dios fue satisfecha, Mi amor había hecho expiación y aquellas personas que reconocen la obra de Redención de Jesús y quieren tomar parte en ella quedaron libres de su culpa.

Yo Mismo Me compadecí de la gente, Yo Mismo realicé la obra de Redención en el hombre Jesús, escogí para Mi una forma humana, que asumió un sufrimiento sobrehumano para que Mi obra de Misericordia se revelara a la humanidad, para que reconociera la magnitud de su culpa y ahora lleva su culpa a Aquel que murió por ella en la cruz.... Y como Yo Mismo estaba en este ser humano Jesús, los hombres ahora vienen a Mí con su culpa y piden Mi perdón.... Me reconocen como ellos una vez rehusaron conocerme, y a través de esto reconocen y confiesan su culpa....

Y acepto a cada uno que lleva su culpa debajo de la cruz y para cada uno ahora también es libre el camino hacia Mí, para cada uno es libre el camino hacia la casa del Padre, porque Jesucristo abrió las puertas, que por la caída estaban cerradas...._>amén

Traducido por Hans-Dieter Heise