Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7543

7543 Consuelo

9 de marzo de 1960: Libro 79

Os voy a conducir por toda penuria, si tan sólo os confiáis a Mí... si os entregáis a mi Voluntad, y si no me oponéis resistencia por un querer propio o una actividad errónea. Todo lo que debéis hacer o dejar de hacer, os lo voy a poner en vuestro corazón, y siempre podéis estar seguros que se trata de mi Voluntad... y, sin vacilar, siempre podréis actuar tal como os sentís empujados desde vuestro interior.

Siempre volverá a haber tiempos en que aparentemente perderéis la paz interior, y sin embargo volveréis a reencontrarla. Pues para la maduración espiritual de vuestra alma incluso hace falta que, en tiempos de desdicha, se dirija a Mí rogándome por Ayuda, y que cada vez de nuevo anhele la conexión conmigo, para que no se ponga indiferente ante la tarea de su perfeccionamiento.

Para vuestro consuelo os sea dicho que Yo estoy al corriente de todos vuestros apuros y, cuando haya llegado el tiempo, también acabaré con ellos. Una vez que os hayáis entregado a Mí y a mi Gobierno, no hace falta que estéis acobardados. Podéis estar seguros de que os guío bien y que Yo mismo os he marcado cada camino; de modo que le podéis ir porque siempre os llevará a la Meta.

Pero la vida no puede pasar ante vosotros sin luchas y sufrimientos, porque de otra manera no podríais lograr progreso espiritual alguno - pues precisamente por eso vivís en la Tierra. Pero Yo seré siempre vuestro Protector, y siempre me encargaré de que no os quedéis aplastados bajo la cruz con la que os cargo por vuestro propio bien... No será más pesada de lo que la podréis soportar, y una vez que haya cumplido con su fin –él de haber aportado a vuestra alma un grado de madurez– entonces el día en que vuestra alma deje al cuerpo atrás y entre en el Reino espiritual aumentará su bienaventuranza.

De modo que la cruz os será quitada nada más haber realizado su fin, porque Yo no dejo sufrir a nadie más de lo necesario; y también os ayudo a portarla - si alguna vez os parece demasiado pesada. Realmente, podéis pasar por vuestra vida terrenal sin preocuparos porque con mi Ayuda la controlaréis, pues si tan sólo me elegisteis de Guía ya me consentisteis el derecho de andar a vuestro lado.

De modo que esto siempre sea una garantía para vosotros que no vais a tomar caminos erróneos, pues esto lo evito Yo. Porque Yo os amo y vosotros, por vuestra voluntad, os habéis dirigido a Mí. Y lo que os oprime, cargádmelo a Mí, ¡y esto os resultará en una bendición! Pero no permitáis que os depriman bagatelas que siempre se os presentarán, pues son de poca duración... Pero sí, siempre volved a establecer la conexión íntima conmigo, porque esta es el objetivo y la meta de todas las desgracias terrenales. Entonces pronto experimentaréis un cambio... pues volveréis a pasar por la vida contentos y alegres, estaréis liberados de vuestra carga, y llegaréis a amarme cada vez más como Padre vuestro, El que os protege y conduce por todos los apuros.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel