Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7444

7444 El efecto de la palabra divina para las almas del más allá....

2 de noviembre de 1959: Libro 78

Os encontráis en medio de un grupo de almas si recibís a Mi palabra o si lo transmitís a vuestros semejantes. No los podéis ver, pero estariais muy felices si pudierais sentir su agradecimiento y porque buscan vuestra cercanía. Sienten que encuentran alimento en vosotros que los satisface, que les va bien y que les transmite fuerza la cual necesitan urgentemente. Cada palabra que entra en su corazón se siente como pronunciada por Mi, y por esto se sienten aún más felices, porque Yo les considero digno de hablarles, y se encienden en amor ardiente hacia Mi. Ningún trabajo espiritual haceis sin que estos almas se den cuenta, porque si una vez han tomado alimento de vosotros, nunca más os perderán de vista, y siempre esperan a que estabilice la unión con el mundo espiritual, que notan como un rayo de luz y con gran atención están contemplando todo y participan en lo que Yo os ofrezco.... No sabéis de la gran bendición de la unión espiritual por escuchar y transmitir Mi palabra.... no sabéis de la cantidad de almas que podéis hacer felices y qué efecto tiene Mi palabra en estos almas que necesitan precisamente la luz y fuerza y que están dispuestos a recibir la luz y la fuerza. Ávidamente se acogen a cada palabra y piensan en ella, y si una vez el alma ha encontrado esta fuente de vida ya no la abandonan jamás, porque sacan cada vez más ventaja, más piden con más énfasis por este alimento. Y él mismo empieza a trabajar en ello, porque ya no puede hacerlo de otra manera que mencionar repetitivamente la gracia que se le ofrece por la participación en el alimento de almas innumerables. Y si los hombres piensan en estos almas a los que podéis hacer el bien solo por dejaros instruir vosotros mismos por acoger a Mí palabra de manera directa o indirecta.... si sabéis que cada discurso espiritual reparte cada vez más luz entre las almas, entonces no deberíais perder ni una ocasión de escuchar o leer a Mi palabra y repartir entonces a las almas que os rodean más alimento, que los ayuda a madurar en poco tiempo. Debéis pensar en estos almas con amor compasivo y saber, que podéis ayudar a salvarlos cuando repartis a Mi palabra , en silencio o en voz alta según la ocasión. Nunca vas a estar sin oyentes, porque cuando los niños del mundo no os quieren escuchar, los seres del más allá siempre están dispuestos, están esperando, porque ya un pensamiento espiritual es una chispa de luz al que corren al encuentro para no perderselo. Estos almas están hambrientos para recibir el pan del cielo y el agua de la vida.... Vosotros podéis saturarlos dándoles fuerza continuamente y el conocimiento sobre este hecho os debe motivar a hacer oír eternamente a Mi palabra, sea por el recibimiento directo o por la transmisión, de Mi palabra desde arriba, sea por propagación, por proclamación del evangelio puro que habéis recibido por Mi en cuando lo pedis.... No lo escucháis nunca solos, sino estáis rodeados por una manada que lo recibe con muchas gracias, que se satura con ello y se sienten felices que ellos también pueden trabajar por el bien de las almas a los que pueden llevar la luz.... Su pobreza espiritual se desvanece, pueden soltarse de la oscuridad, sentirán felicidad, porque la luz que sale de Mi los ilumina, Yo que soy la luz y la verdad desde siempre....

Amén

Traducido por Bea Gato