Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7302

7302 El plan de Dios se cumple irrevocablemente....

8 de marzo de 1959: Libro 77

Podéis pensar que todo es posible, salvo que Me desvíe de Mi plan de Salvación, que está predeterminado desde la eternidad. En Mi sabiduría reconocí el momento en que Mi intervención era necesaria y de acuerdo con este reconocimiento se determinó el plan que ciertamente llevaré a cabo, como os lo he anunciado una y otra vez. Y por eso pude haceros estos anuncios una y otra vez a través de videntes y profetas, porque ví el curso de desarrollo, porque vi que vosotros os estáis desarrollando cada vez más hacia atrás y que un día llegará el momento en que esta regresión tiene que llegar a su fin, para que Mi plan de Salvación para lo espiritual caído no corra peligro....

Yo permití y sigo permitiendo que el ser tenga libre albedrío mientras no se destruya a sí mismo completamente.... Pero el poder de Mi adversario se vuelve cada vez mayor sobre el ser, cuanto más la voluntad del ser humano se orienta en el sentido equivocado, y por eso llega el momento en que le arrebataré esta esencia de nuevo al oponente y la vuelvo a desterrar en la materia para que pierda el control sobre ella. Y en esto consiste Mi plan de salvación de ayudar a la esencia a elevarse a las alturas de alguna manera, que, sin embargo, muchas veces se pone en peligro de tomar un camino desastroso que la lleva nuevamente a las manos del oponente.

Sólo puedo ayudar al ser a liberarse de su poder; Pero no puedo quitarle lo espiritual al oponente, que es esencialmente su posesión debido a su propia actitud. Pero es precisamente por eso que he diseñado Mi plan de Salvación, que seguramente algún día tendrá éxito. Y así Mi gobierno y Mi obra se desarrollarán siempre en un orden legal; y como Mi plan prevé, también se realizará con el éxito seguro de un constante desarrollo ascendente, aunque con aparentes interrupciones, que significan esencialmente una continuación del desarrollo.

Pero la gente nunca sabrá el día y la hora exacta, es decir no podrán determinar el tiempo del curso de Mi plan de Salvación. Porque mil años son como un día ante Mí.... pero esto no excluye la posibilidad de que un día los mil años se acaben y el día del fin, el día de Mi intervención inesperada en Mi plan de creación, haya llegado y los anuncios se cumplirán.... Y por eso vosotros siempre debéis recordar este día, debéis vivir en constante expectación, y de tal manera que esperéis sin dudar el día que sea de mayor importancia para todos vosotros.

Siempre lo he indicado, y hasta que llegue el día lo seguiré indicando, para que no podáis decir que habéis sido avisados de trabajar diligentemente en vosotros mismos en vista del final previsto de Mi plan de Salvación, porque se ha hecho necesario un cambio en la vieja tierra para que ésta pueda seguir cumpliendo su propósito: servir como estación de maduración para lo espiritual. Una y otra vez os digo que estas no son palabras vacías, que Yo no Me aparto de Mi plan, porque éste sólo apunta a la redención y repatriación de todo lo espiritual que una vez se apartó de Mí y cayó en la miseria.

Yo sé desde la eternidad de vuestra voluntad y de vuestro estado mental y sobre el tiempo en que tengo que intervenir, y ciertamente intervendré, porque ha llegado el momento, ya que la gente ha llegado a un punto espiritual tan bajo donde sólo Yo Mismo puedo restablecer el orden de tal manera como está previsto en Mi plan desde la eternidad. Y como éste se basa en Mi amor infinito y en Mi sabiduría insuperable, verdaderamente se hará realidad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise