Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7294

7294 La lucha contra el amor propio

27 de febrero de 1959: Libro 77

Si tenéis poco amor propio os resultará fácil cumplir con mis Mandamientos de amor a Dios y al prójimo. El amor propio nunca puede ser suficientemente reducido, pues, estorba al hombre en su amor desinteresado al prójimo que es lo más importante en la vida en esta Tierra para que el alma pueda llegar a la perfección.

El amor propio está pegado al hombre como parte hereditaria del que carece de todo amor.... de aquel que, sobre todo, se ama a sí mismo, porque de lo contrario nunca se habría vuelto mi enemigo y adversario reclamando todo para sí mismo y disputándome todo dominio. Él quiere que todo sea suyo.... pues, toda clase de amor propio es el ansia de propiedades, y una admisión del concepto de adversario y un alejamiento de Mí, que soy Amor.

Mientras todavía prevalezca el amor propio en el hombre, este no querrá tener nada que ver con el prójimo, ni su naturaleza cambiará a favor del Amor que ante todo requiere una lucha contra el amor propio. De modo que siempre habrá que repetiros: mientras que en vosotros prevalezca el amor egoísta estaréis todavía bajo la influencia de mi adversario, lo que os inducirá a la lucha contra vosotros mismos....

Siempre debéis de tener en cuenta la miseria de vuestro prójimo antes de preocuparos por vuestras propias aspiraciones, considerando más bien al prójimo y renunciando a vuestros propios deseos en favor de las necesidades de este. Entonces vuestra alma alcanzará un gran progreso.... En realidad, sólo así podréis evaluar el grado de vuestro amor propio - el estado en que se encuentra vuestra alma....

¡No creáis que estéis formando vuestra alma correctamente mientras que en vuestro interior aún no hayáis abatido vuestro amor propio que es el mejor indicador del grado de impureza! Y podéis estar seguros de que Yo os ayudaré en vuestro autodominio, si tan sólo tenéis la verdadera voluntad de alcanzar este grado de madurez en el que la suerte del prójimo os importa más que la vuestra propia.

Entonces también seréis provistos de la fuerza necesaria, porque Yo bendigo a toda voluntad formal y os apoyo para que no empecéis a vacilar en vuestro camino. Pero sin la lucha contra vuestro amor propio no habrá manera, porque sin ella nunca llegaréis a cuidar desinteresadamente de vuestro prójimo.... pues, mientras en vosotros todavía prevalezca el amor §§exigente§§ -que es un atributo de mi adversario- nunca experimentaréis la sensación de un amor que quiere §§dar§§.

El adversario os mantendrá con sus riendas hasta que vosotros mismos hayáis logrado soltaros de ellas tras vuestra victoria sobre vuestro amor propio - una victoria que será una gran ventaja para vuestra alma que sólo puede madurar si el hombre con gran entusiasmo se forma a sí mismo, y si siempre procura cumplir con mi Voluntad que se expresa en mis Mandamientos: “Ama a Dios sobre todo y a tu prójimo como a ti mismo”.

Amén.

Traducido por Meinhard Füssel