Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7276

7276 Sonido de la Palabra divina en el infinito.... Participación de los seres....

7 de febrero de 1959: Libro 77

Mi Palabra suena lejos en el infinito, y todos los seres que quieren escucharme pueden oírla. Así que Me dirijo a los seres conscientes de sí mismo, a la gente de la tierra, a los seres de todas las estrellas y también a todas las almas en el reino del otro lado, que aún no han encontrado un lugar permanente para su mayor desarrollo, que todavía están indecisos y deambulando en el crepúsculo.... A todos les suena Mi Palabra, que les debe hacer buscar cada vez más el contacto Conmigo, a Quien deben aprender a reconocer y amar a través del discurso paterno, que les suena continuamente. Y cuánto más fluye la luz hacia los seres, más la desean y más atentos escuchan cuando les suena Mi Palabra.

Pero la gente en la tierra está poco abierta a ello, porque aún no se ha espiritualizado, porque todavía están en una esfera donde Mi oponente tiene más influencia y tienden a escuchar su lenguaje, porque es el mundo a través del cual él apela a la gente y también gana por sí mismo. En el reino del otros lado, sin embargo, Mi Palabra es más respetada, porque el alma, que una vez sintió el efecto fortalecedor de la Palabra, la exige constantemente, aunque también esa influencia sólo es alta (grande) según su grado de madurez y al principio solo puede tocar el ser muy mínimamente.

Pero este grado de madurez aumenta irrevocablemente por la transmisión de Mi Palabra, y el anhelo del alma por Mi discurso crece cada vez más, que lo siente como rayos de luz en los que siente un bienestar del que ya no quiere prescindir. Pero ya hay seres más desarrollados receptores de Mi Palabra resonando en el infinito.... Son seres de luz que también reciben Mi Palabra, que la perciben como una fuente de fuerza y la reciben siempre para volverla a transmitir a las esferas oscuras donde saben de seres desafortunados que aún carecen por completo de la luz.

Darles luz a aquellos es ahora el empeño y la actividad de los seres de luz, así como de los habitantes de mundos altamente desarrollados a quienes se les confía el cuidado de estos seres. Porque Mi Palabra tiene que sonar en todas partes y donde no se puede recibir directamente de Mí, allí tienen que ser activos los mediadores, que transmiten Mi Palabra. En la tierra esta es la tarea de aquellos que se han ofrecido voluntariamente a servirme, que ellos mismos se ha puesto en un estado de madurez para que puedan ser hablados directamente de Mí, y quienes también están dispuestos a transmitir lo que han recibido, porque en la tierra reina una gran oscuridad que debe ser expulsado urgentemente por la luz, pero solo puede ser expulsado por la luz de los cielos.

También tengo que dirigirme directamente a los hombres, si debe haber luz entre la humanidad; tengo que enviar un don inusual de gracia a aquellos que solo tienen la voluntad de servirme, incluso si su propio estado de madurez deja algo que desear, pero la voluntad de servirme como mediador también les anima a vivir según Mi voluntad y hacerse aptos para ser un recipiente en el que Yo Mismo pueda fluir. E innumerables seres espirituales toman parte en tales transmisiones de Mi Palabra a una persona. Porque dondequiera que suene Mi Palabra, esto siempre se hace evidente en el mundo espiritual por destellos de chispas o rayos de luz que atraen a innumerables seres espirituales; y la participación activa ahora tiene lugar cuando hablo a la gente, a las almas que buscan y a todos los seres que se abren para escuchar Mi Palabra.

Por eso tales transmisiones de Mi Palabra desde lo alto son particularmente bendecidas cuando todos los seres que necesitan ayuda son llamados por el hombre mismo.... Porque las almas escuchan este llamado y no dudan en seguirlo.... Y las almas también vienen de las profundidades, porque Mi Palabra también allí hará efecto como una chispa de luz e incitará a seguir donde suene para que traiga luz a todas las almas en la tierra como en el más allá y ahuyente las tinieblas en las que se encontraron anteriormente. Los hombres siempre son libres de decidir si quieren escucharme y cuándo.... Yo siempre hablo, y no les impongo ninguna restricción, pero sólo podéis escucharme, si vosotros mismos lo queréis, si vosotros os abrís a Mí y a Mi discurso, y es posible por vuestra voluntad que Yo pueda hablaros.

Pero también debéis saber que no estáis solos al escuchar Mi voz, sino que innumerables seres están asistiendo a las enseñanzas.... y eso debe animaros a buscar más frecuentemente el contacto Conmigo para provocarme a dirigirme a vosotros, para transmitiros Mi Palabra. Vosotros hombres, que queréis servirme, debéis pensar en todas las almas hambrientas aún más que en vosotros mismos, porque es grande el número, a las que al mismo tiempo dais ayuda espiritual y alimento, cuando vosotros mismos acampáis junto a la fuente que Mi amor os ha abierto.... cuando vosotros mismos os preparáis para recibir lo que os trae luz y os ayuda a alcanzar la cima....

Acordaos que Mi Palabra resuena hasta el infinito y por eso ayudad a todos aquellos a la luz que la desean, porque sólo la luz será capaz de transformar la desdicha en alegría.... sólo la luz de lo alto romperá las tinieblas y ayudará a todas las almas en la tierra y en el más allá a alcanzar la felicidad...._>amén

Traducido por Hans-Dieter Heise