Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7264

7264 El discurso de Dios a cada persona....

24 de enero de 1959: Libro 77

Dejadme hablaros a cualquier hora, lo que hasta un pensamiento sincero hacia Mí ya puede provocar, porque Yo responderé al respecto y os responderé, aunque muchas veces sólo el espíritu en vosotros lo acepta, mientras no estéis Conmigo en vuestros pensamientos por mucho tiempo. Pero Mi respuesta también puede tocar vuestro corazón en cualquier momento, porque lo único que hace falta es que os conectéis íntimamente Conmigo y esperéis en este vínculo hasta escuchar Mi respuesta. Creed esto, que sólo es necesario un vínculo íntimo Conmigo para escuchar Mi voz, que vosotros mismos provocáis Mi presencia en vosotros a través de vuestra voluntad, que Me busca y permanece Conmigo en el pensamiento. Y una vez que estoy presente para vosotros, también cumpliré vuestras peticiones porque Me las presentáis en confianza infantil y, por lo tanto, también puedo actuar sobre vosotros como un padre amoroso actúa sobre su hijo.

No podéis aspirar a nada mejor que Mi presencia constante en vosotros, porque entonces ya lo habéis ganado todo. Mi presencia es garantía de que os habéis convertido en Mío, de que el hijo ha encontrado el camino de regreso al Padre, porque dondequiera que Yo pueda permanecer, el oponente es desplazado, y donde Yo estoy, por tanto, también debe haber bienaventuranza. Pero sois libres en cualquier momento de aseguraros Mi presencia, porque esto sólo se logra por vuestra voluntad.... Si Me llamáis, entonces Yo estoy con vosotros; si no Me soltáis en vuestros pensamientos, entonces también Me atáis a vosotros, entonces tengo que estar presentes para vosotros, y Mi presencia nunca quedará sin impacto....

Siempre obtendréis bendiciones de ello al recibir la fuerza que continuamente fluye hacia vosotros desde Mi mismo cuando puedo estar presente ante vosotros. Y todo aquel que lo anhela puede estar seguro de Mi presencia, porque Yo cumplo tal anhelo de corazón. El hecho de que ahora Me dirija a vosotros es la consecuencia más natural de Mi presencia, y es por eso que siempre debéis escuchar interiormente lo que tengo que deciros. Yo os advertiré y os amonestaré, os consolaré y os levantaré, os enseñaré y os animaré continuamente a amar, os hablaré como un Padre Que quiere proteger a Sus hijos de la adversidad, Que los ama y también quiere hacerlos felices en Su amor....

Y es por eso que también plantaré exigencias al niño para hacer posible la felicidad, que sólo puede tener lugar bajo ciertas condiciones. Pero Mi amor es tan grande que trata de hacéroslo todo fácil y por eso también se dirige a vosotros y os instruye, para que vosotros igualmente sólo debáis practicar el amor, para entones recibir también fuerzas para un caminar sobre la tierra según Mi voluntad. A quien ahora puedo dirigirme no debe temer equivocarse, porque ahora puedo hablarle si su voluntad es buena y está dirigida a Mí, y porque entonces no pecará conscientemente contra Mí y contra Mi amor.

No querrá hacerlo, y todas sus debilidades y angustias son expresiones de las sustancias aún inmaduras de su cuerpo, que se acentúan cuanto más se les declara la guerra a través de la voluntad del alma de entregarse completamente a Mí. El cuerpo aún no ha alanzado este grado de madurez y está tratando de defenderse, pero no logrará entrar en Mi voluntad si la voluntad del alma es fuerte. Y tan pronto como el ser humano Me deja a Mi mismo estar presente, tan pronto como intenta mentalmente establecer un vínculo Conmigo una y otra vez, la resistencia en él se vuelve cada vez más débil, porque el alma constantemente recibe fuerza y su voluntad se afirma.

Dejadme dirigirme a vosotros a menudo, venid a Mí una y otra vez cuando estés en necesidad y angustia, dejad que vuestros pensamientos tomen el camino hacia Mí y, a menudo, retiraos al silencio para escuchar en vuestro interior.... Y Mi discurso os sonará cada vez más claramente, porque Mi amor aprovecha cada oportunidad para darse a conocer a vosotros.... El padre aprovecha cada oportunidad para hablar con Su hijo, que se entrega a Él con amor, y que quiere escuchar Su discurso....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise