Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7263

7263 Cada ser humano experimenta la revelación de Dios por sí mismo....

22 de enero de 1959: Libro 77

Cada ser humano debe experimentar que el amor de Dios se cuida de él, y es por eso que cada humano a veces es duramente golpeado por el destino, y dependiendo de su actitud recibirá ayuda en su necesidad. Pero también podrá reconocer claramente de dónde viene la ayuda si tiene dentro de sí una chispa de fe en Dios y en Su poder, porque a menudo se ve afectado por situaciones de emergencias para las que parece que ya no hay ayuda.... Y, sin embargo, la ayuda le llegará, aunque también parezca de manera natural, pero obviamente prueba de la intervención de un Dios amoroso y poderoso. Porque Dios quiere revelarse en Su amor, quiere que los humanos Le reconozcan y entonces aprendan a amarlo, porque a Dios siempre sólo Le interesa el amor del humano, que debe dirigirse hacia Él.

Pero la voluntad del hombre también forma parte de reconocer a Dios y de amarlo.... Quien siempre rechaza a Dios no se sentiría tocado si una vez experimentara visiblemente la ayuda de Dios.... para él sigue siendo una casualidad o un mérito propio, cuando una emergencia se reduce, cuando llega ayuda o sus semejantes lo apoyan. Entonces siempre tiende de explicarlo todo con naturalidad, sin reconocer que existe un Dios que controla su destino. Y no se le puede obligar a pensar de otra manera, sólo que los golpes de destino pueden repetirse y hacerle reflexionar lentamente al respecto, pero sólo con un resultado positivo cuando la resistencia interior a Dios disminuye, cuando juega con la idea de que un Poder superior determina la vida de cada ser humano.

Pero quien siente el amor de Dios una y otra vez y se dejar apoderar de ello, ha sacado bendiciones de su curse de destino, por muy difícil que haya sido, porque reconocer el amor de Dios es de tanta importancia para los humanos, que esto es también una explicación para el duro destino de muchos humanos a los que hay que tocar una y otra vez a los que se les pide repetidamente, que hay que tocar una y otra vez para dedicarse por Dios una vez que Lo han reconocido en Su amor.... porque esta decisión determina la vida consciente de la persona....

Porque el hombre sólo se vuelve reflexivo cuando tales “revelaciones” de Dios le sean reveladas evidentemente, y cuando mira todo lo que ha sucedido en su vida desde el punto de vista de que le han sido impuestas por Dios, pero que Dios también las ordena y equilibra en Su amor por el hombre, su vida será consciente, asumirá con toda la certeza de que también le será ayudado porque Dios le ama. Haber adquirido este conocimiento es un gran progreso espiritual, que ciertamente conducirá a una vida más fácil en la tierra, porque ya no son necesarios los duros golpes del destino, porque el hombre ya está convencido del amor de Dios y se entrega a Su voluntad, la Cual reconoció como cariñoso.

Cada persona tiene esta oportunidad de reconocer de Dios, pero su voluntad no se anticipa, y es por eso que muchas personas aún permanecen intactas, aunque el amor de Dios a menudo habla muy claramente. Pero los golpes del destino se acumulan naturalmente para que las personas los acepten mentalmente y aprendan a reconocer lo que preferirían negar: que hay un Dios que dirige y guía todo y Que cuida con amor de todas Sus criaturas, para que todavía en la vida terrenal puedan encontrar y tomar el camino hacia Él....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise