Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/7188

7188 La suerte del alma después de la muerte....

15 de octubre de 1958: Libro 76

No debéis satisfaceros con un vida enfocada solo terrenalmente, deberíais recordaros mucho más en la vida que sigue a esta vida terrenal y se extiende hasta eternidades. Debéis saber que no podéis anular nada de lo que hacéis en la tierra, y que no podéis recuperar de lo que dejáis de hacer, pero tenéis que responder por ello. Además debéis saber que vuestro obrar en la tierra puede adquirir dimensiones que consideráis imposibles, si os esforzáis por ello vosotros mismos y cumplís las condiciones que os brindan fuerza ilimitada.... pero como también debéis saber que vosotros mismos perderéis el suministro de fuerza si tan solo dirigís vuestra mirada hacia el mundo y entonces perdéis el propósito correcto de la vida terrenal.

Y todo este conocimiento solo debe ayudar a que dejéis que vuestra voluntad se active, para vivir de acuerdo con su propósito, es decir, poner el bienestar del alma en primer plano y ahora alinear todo vuestro pensar, querer y actuar espiritualmente, siempre con la mirada hacia Dios, al Quien debe regresar vuestra alma a casa del Padre. Nadie en la tierra está libre de esta tarea, pero solo muy pocos se sienten agobiados por ella, la mayoría de la gente vive al día sin saber qué deben hacer....

Pero esta ignorancia es culpa de uno mismo, porque todo está hecho por parte de Dios para transmitir este conocimiento a la gente. Pero depende de cada individuo cómo evalúa el conocimiento que le ha sido transmitido. Y dado que tal conocimiento no se puede probar, rara vez se cree. El libre albedrío tiene que volverse activo, el hombre mismo tiene que decidirse libremente cómo se ajustará a esto, y luego también actuar libremente.

Y si ahora os imagináis la brevedad de vuestra vida terrenal y os dais cuenta del poco tiempo que dedicáis a vuestra alma, a vuestro bienestar espiritual.... cuánto más el mundo tiene cautivos vuestros sentidos.... entonces tendríais que estar asustados y esperar el final de vuestra vida con pensamientos pesados o tratar de cambiar vuestra forma de vida. Pero si tales indicaciones os dejan sin impresionar, entonces tampoco podéis inevitablemente ser llevados a otro pensamiento, porque esto contradice el orden divino, que también respeta el libre albedrío del hombre como una ley y, por la tanto, no lo viola violentamente.

Vosotros, los humanos, solo deberíais pensar hasta ahora que no solo se os permitió encarnar por el bien de esta vida terrenal, sino que vuestra existencia se basa en un significado y propósito diferente.... deben prestar menos atención al cuerpo, pero mejorar la suerte del alma con toda urgencia, porque solo al partir de esta tierra se hará evidente lo que le espera, y entonces ya es demasiado tarde para compensar lo descuidado, aunque todavía tiene la oportunidad de mejorarlo en el reino del más allá.

Pero nunca podrá lograr la dicha para sí misma, que pudiera haberse logrado fácilmente en la tierra. Pero también puede hundirse completamente en las profundidades y haber pasado en vano el camino terrenal. Y luego le toca como suerte un gran tormento o un amargo arrepentimiento.... pero esta suerte no se puede perdonar al alma, que ignora todas amonestaciones y advertencias durante la vida terrenal, que solo vive para esta tierra y nunca dirige su mirada hacia el reino espiritual, que sin embargo es su verdadero hogar....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise