Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6923
6923 Libre albedrío.... Golpes del destino....
19 de septiembre de 1957: Libro 74
Sea cual sea el camino que elijáis en la Tierra, todo lo que ayude, todo lo que ayude a vuestras almas a madurar os llegará según el destino. Podéis formar vuestra vida terrenal a través de vuestro libre albedrío y, por lo tanto, creer que vosotros mismos habéis determinado vuestro camino en la Tierra. Sin embargo, lo que el destino os depara no lo podéis evitar, y Yo Mismo guío este destino, siempre según las circunstancias que habéis creado vosotros mismos a través de vuestro libre albedrío. Pues bien, podéis crear circunstancias eternas, pero estas no son las que influyen decisivamente en vuestro desarrollo espiritual. A través de Mi voluntad, os encontraréis repetidamente en situaciones, donde vosotros podéis tomar la decisión de voluntad que determine el destino de vuestra alma....
Estas son, en su mayoría tales experiencias que vosotros mismos no desearíais ni crearíais si esto estuviera en vuestro poder.... experiencias en las que vosotros mismos no estáis directamente involucrados. Sin embargo, indirectamente, vosotros mismos habéis provocado tales eventos, porque Yo los considero necesarios debido a vuestros estado espiritual bajo, lo cual habéis creado vosotros mismos. Y son estas intervenciones fatídicas las que os hacen dudar de la existencia de un “libre albedrío” en un ser humano.
Los seres humanos creen que si de una manera se les impide llevar a cabo sus planes, incluso por intervenciones fatídicas, también se les priva de su libre albedrío. Sin embargo, no debe confundirse “voluntad” con “posibilidad de ejecución”. Un ser humano puede dirigir su voluntad según su propio criterio, incluso si le resulta imposible ponerla en práctica. Y, por lo tanto, la voluntad debe ser estimulada para expresarse en una dirección específica, que es precisamente lo que las circunstancias fatídicas de la vida deben facilitar.
El curso de la vida terrenal no es de tan grande importancia como la influencia que tiene dicha situación en el alma, cómo se siente afectada y qué camino toma. Porque al final de la vida terrenal, son irrelevantes los éxitos terrenales que un ser humano haya alcanzado aparentemente por su propia fuerza de voluntad.... Pero si el alma puede atribuirse un éxito, entonces es verdaderamente una bendición si este se ha logrado a través de duros golpes del destino. Así, un ser humano puede moldearse su propia vida mediante el libre albedrío, pero no podrá impedir que Mi voluntad intervenga cuando sea necesario para el bien de su alma.
Por lo tanto, aplico Mi voluntad sin coartar la voluntad del ser humano, pues esta es y sigue siendo libre, y aunque a veces tenga las manos atadas, impidiéndole llevar a cabo su voluntad, no puede ser obligado a querer de otra manera, y solo esta voluntad es decisiva. Solo la voluntad es evaluada. Es la voluntad que trae progreso o retroceso al alma. Y para que la voluntad sea activa en el sentido espiritual, Yo Mismo intervengo con frecuencia en los destinos humanos.... plenamente consciente de la bendición que esto puede traer al alma humana.
No se obliga vuestro pensar y querer, ni por Mí no por Mi adversario, sino que desde Mi parte se os facilitará de dirigir vuestro pensar y querer correctamente, tocándoos de tal manera que se imponga un límite a vuestra propia fuerza, que sin embargo podréis superar si tomáis el camino hacia Mí. Este es Mi único propósito, que a través de todas clases de desgracias, os dirigís a Mí en el libre albedrío en busca de Mi ayuda, que así Me reconozcáis, que vuestra existencia terrenal no haya sido vivida en vano, que alcancéis vuestra meta....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise