Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6872
6872 ¿Hasta dónde llega el poder de Lucifer?....
15 de julio de 1957: Libro 74
Al principio todo lo esencial estaba irradiado de luz, pues surgía de la Luz Eterna y en su sustancia primordial era igual a Aquel de Quien emanaba.
Dios es Luz y Fuerza en Sí Mismo.... Y también irradió luz y fuerza hacia el infinito. Pero Él dio forma a Sus irradiaciones, creó seres a partir de Sí Mismo, hechos a Su propia imagen.... lo cual no debe entenderse como que estas formas fueran figuras definidas de manera estricta, sino que eran seres espirituales conscientes del “yo” que podían irradiar su luz y fuerza en todas direcciones, dotados de capacidad de pensamiento y libre albedrío, que se reconocían a sí mismos como criaturas de un Poder infinitamente mayor, y que también estaban conectados a este Poder a través de la Palabra....
Estaban en la más plena cognición porque Dios Mismo se les reveló a través de la Palabra, ya que sus criaturas no podían verlo a Él, quienes, sin embargo, deberían saber constantemente de Su presencia, Su voluntad y de su verdadero propósito.... y su bienaventuranza era inconmensurable, pues también ellas estaban inundadas de amor, y el objetivo de su amor era siempre solo Dios, Quien continuamente las hacía más bienaventuradas.
Pero no permanecieron en esa bienaventuranza.... pues el ser que fue creado originalmente por Dios, al que Su amorosa voluntad dio origen primero, no se contentó con simplemente oír a su Creador.... también quiso verlo a Él, y como este deseo no podía ser satisfecho.... puesto que el Centro de luz y fuerza es eternamente invisible para los seres emanados de Él.... se reconoció a sí mismo como la primera y más suprema esencia visible, que era reconocible como tal por todos los seres espirituales, conscientes del “Yo”, y llegó a convertirse en su poder dominante....
Este ser sabía que también había sido creado y, por lo tanto, también debía reconocer que el Poder creador estaba por encima de él, pues incluso en él mismo resonaba la Palabra que demostraba la existencia de un Dios y Creador. Conocía también la voluntad de Dios, se encontraba en la cognición más clara. Pero también poseía el libre albedrío. Y esta voluntad se dirigía en contra de Dios.... El ser no quería depender de un Poder superior; no quería obtener su fuerza de Dios, sino que él mismo se creía tan fuerte, que rechazó la fuerza de Dios.
Dudaba del poder de Dios, porque Dios no se le manifestaba a él de manera visible. Y también pretendía imponer su voluntad sobre los seres que su voluntad creadora había traído a la existencia mediante el uso de la fuerza de Dios. Pues estar lleno de luz y fuerza significa también ser capaz de crear y diseñar ilimitadamente. Pero la voluntad opuesta a Dios provocó una disminución de luz y fuerza, porque esta voluntad impedía la afluencia de la fuerza amorosa de Dios. En consecuencia, el primer ser creado.... ahora el adversario de Dios.... también disminuyó en luz y fuerza cuanto más se consumía creando seres siempre nuevos....
Mientras tomaba la fuerza de Dios también era capaz de crear, sin embargo, cuando la rechazó, también se puso fin a su fuerza creativa.... cuanto más aumentaba su resistencia a Dios, tanto más se disminuyó su fuerza creativa. Pues el alejamiento de Dios no fue repentino, sino que se desarrolló a lo largo de un período infinitamente largo. Comenzó con un rechazo a corto plazo y un repetido “abrirse” a la fuerza de amor de Dios, y así también la continua creación de nuevos seres y terminó con la resistencia total contra la divina irradiación de amor.... lo que significaba también la incapacidad total de crear. Pero en la multitud infinita de esencias concebidas por su voluntad. El adversario de Dios percibió entonces su fuerza. Pues con la disminución de la fuerza, la luz de la cognición también se había disminuido, de modo que, con la mente oscurecida, era incapaz de reconocer la trascendencia de su resistencia a Dios....
Carece de toda cognición y de toda capacidad creativa.... son embargo, posee un gran poder, que consiste en una gran cantidad de seguidores, la cual es básicamente “fuerza de Dios”, al igual que él mismo es “fuerza irradiada una vez”. Su fuerza y la de sus seguidores, radica, por lo tanto, la fuerza consiste en poder oponer resistencia.... e impedir así, que Dios Mismo, Que no doblega violentamente ninguna resistencia, haga felices a Sus criaturas. Dios es el Amor, y el amor crea dicha. Por consiguiente, esos seres creen tener poder sobre Dios, porque se Le imponen limitaciones en Sus acciones de amor.... Se rebelan contra Dios, y no encuentran obstáculos en su empeño porque el amor de Dios no obliga, sino que tiene que ser aceptado libremente.
Su fuerza consiste en ofrecer resistencia uno mismo y también en influir en lo espiritual más sumiso para que aumente su resistencia.... Y esta fuerza también la conservan hasta que se rinden voluntariamente y, a través de la irradiación del amor de Dios, recuperan su fuerza creativa. Pero jamás podrán usar su fuerza para crear nada de ningún tipo (15.07.1957)....
Carecen de fuerza creativa, pues esta es efectiva solo en unión con Dios; pero tan pronto como un ser se sitúa fuera del circuito de amor de Dios, ya no puede recurrir a esta fuerza creativa.... y lo mismo ocurre con el espíritu opuesto a Dios, que, en su caída cada vez más profunda, se privó de esta fuerza que fluía hacia él. Su fuerza ciertamente era suficiente, incluso antes de la muerte de Jesús en la cruz, para mantener a sus seguidores cautividad, impidiéndoles así recibir la fuerza del amor de Dios, para poder liberarse de Él. Porque los mantenía en completa ceguera, y ellos no reconocían la causa de su debilidad y ceguera.
Pero incluso este poder ha sido quebrantado por Jesucristo, y por eso los seres una vez caídos también pueden encontrar la Redención. Y ahora el adversario concentra su poder restante únicamente en sus actividades contrarias a Dios, buscando destruir lo que Dios ha creado, que trata de disolver las capas materiales para liberar lo espiritual dentro de ellas.... con la creencia de que así lo recupera para sí. Pero incluso para tales destrucciones no le basta su fuerza, y cualquier obra de creación está a salvo de su influencia destructiva directa.
Por eso intenta hacerlo indirectamente, tratando de someter la voluntad humana a sus planes. Entonces, el ser humano, quien en la vida terrenal dispone nuevamente de una cierta fuerza para poner a prueba su propia voluntad, tiene que llevar a cabo tales destrucciones. Sin embargo, el poder de Satanás sigue siendo inimaginablemente grande, pero solo hacia sus seguidores, razón por la cual Jesucristo murió en la cruz: para traer la Salvación a lo caído una vez, para ayudarlo contra ellos.
Pero cuando se habla de la caída de Lucifer, esta caída se ha extendido a lo largo de eones, períodos de tiempo para los cuales os falta cualquier comprensión. Y en esos períodos infinitos, se crearon incontables seres, pues la separación de Lucifer de Dios no fue repentina, y mientras mantenía todavía una conexión con Dios, también obtuvo de Él la fuerza necesaria para poder ser activo creativamente, por lo que todos los seres también son parte de Dios y Su Obra de Repatriación se aplica a todos los seres.
Pero los seres creados se volvieron cada vez más hostiles hacia Dios cuanto más se apartaba voluntariamente su creador de Él.... hasta que Lucifer persuadió a la interminable hueste de espíritus creados para que se separaran por completo de Dios.... hasta que se consideró a sí mismo la fuente de fuerza e influyó en los seres creados de la misma manera, de modo que lo siguieron ciegamente cuando se les concedió el derecho de autodeterminación, mediante el cual también podrían haberse separado de su creador y haberse vuelto a Dios, Quien también se les reveló de manera más radiante, pero a Quien ellos tampoco pudieron ver.
Los incontables seres caídos, sin embargo, también requieren eones para su regreso completo.... y por eso también tienen que surgir nuevas creaciones una y otra vez; es decir, la sustancia espiritual endurecida, lo espiritual más profundamente hundido, será disuelto una y otra vez y desterrado en estas nuevas creaciones para emprender el camino de regreso a Dios.... Pero la resistencia de lo último creado es tan fuerte, que aún tiene que pasar tiempos interminables en su estado de endurecimiento hasta que también pueda comenzar su ascenso en las obras de creación.... Así, durante eras infinitas, surgirán nuevas creaciones, impulsadas por la voluntad de Dios, Su sabiduría y poder, y el poder y la fuerza de Su adversario disminuirán cada vez más, porque cada nueva creación le arrebata una parte de sus seguidores, aunque transcurran eones antes de que el último de los caídos se haya convertido en materia....
Pero lo caído más profundamente no es consciente de su existencia y, por lo tanto, tampoco puede ejercer una presión a lo espiritual ya más maduro. Está completamente fuera de fuerza y paralizado por la ceguera, y sólo contribuye a fortalecer la conciencia del poder del adversario de Dios.... porque él también carece por completo de conocimiento. Solo cuando lo espiritual recupera la conciencia del “Yo” y vuelve a dirigir su voluntad equivocadamente, puede, en nombre de su Señor, ejercer su fuerza y causar estragos entre los seres humanos.... Y este es el derecho que Dios concede a su adversario: luchar por sus seguidores durante el tiempo del libre albedrío humano. Él u sus vasallos, en efecto, aprovechan este tiempo, pero el ser humano cuenta con la ayuda segura del divino Redentor, Jesucristo, y si aprovecha esta ayuda, el poder y la fuerza del adversario quedan completamente quebrantados, entonces se ha liberado de él y finalmente regresa a casa de su Padre....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise