Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6818

6818 La Obra redentora presupone la propia Redención....

29 de abril de 1957: Libro 73

Cada individuo puede y debe realizar la obra de Redención, es decir ayudar a sus semejantes, o incluso a las almas en el más allá a liberarse de las ataduras. Pero primero él mismo tiene que haber encontrado la Redención a través de Jesucristo, Él único que puede liberarlo de sus ataduras y, por lo tanto, entonces también capacitarlo para volver a actuar de forma redentora. Por lo tanto, se puede concluir que todo ser humano que desee proclamar el Evangelio a sus semejantes tiene que estar completamente lleno del Espíritu de Cristo, es decir, vivir una verdadera vida cristiana y demostrar que ha sido redimido por Jesucristo.

Llevar ayuda a los que están atados requiere fuerza y libertad, pero que ningún ser humano posee sin haber sido redimido primero por Jesucristo. La redención, sin embargo, significa haberse liberado del poder del oponente de Dios, quien siempre influye negativamente a los seres humanos y también tiene poder sobre ellos mientras se mantengan alejados del divino Redentor, Jesucristo. Y su poder se expresa en un estilo de vida sin amor, en errores y vicios de todo tipo, en un estado visiblemente imperfecto, en el cual se encuentra también todo lo no redimido....

Y tal ser humano no es capaz de redimir a sus semejantes. Tampoco querrá ayudar a los no redimidos en el más allá, porque no puede mostrar amor compasivo por sus necesidades.... Tampoco es apto para predicar el Evangelio porque sus palabras no tendrán fuerza y él nunca podrá despertar a la vida lo que está muerto. Él mismo sigue sin ser redimido.... Sin embargo, la Obra redentora exitosa solo puede lograrse con la gracia y el poder de Jesucristo....

Y por eso, a vosotros, los humanos, no debería sorprenderos que la atadura, la pertenencia al oponente de Dios, se manifiesta tan obviamente, pues faltan ayudantes que puedan obrar de manera redentora.... Faltan seguidores y confesores del divino Redentor que sacan conocimiento y fuerza de su propia devoción a Él, para ayudar también a sus infelices semejantes a la Redención.... hacen falta seres humanos verdaderamente redimidos.... Porque ellos mismos ahora emprenden su obra porque se sienten impulsados desde dentro a llevar la libertad a sus semejantes, que también hace felices a ellos mismos....

Quien mismo ha encontrado el camino hacia Jesucristo y lo ha seguido conscientemente, también atrae y llama a su semejantes al mismo camino; él mismo los conduce a Jesucristo; no descansará hasta que también en ellos se pueden reconocer los signos de la Redención.... Y cuanto más éxito alcanza, más diligente se vuelve en su trabajo, pues la fuerza que ahora fluye hacia él para su Obra redentora aumenta constantemente. Dios no puede ser engañado con palabras y gestos elegantes, y ningún ser humano puede fingir la Redención a través de Jesucristo, pues dicha Redención también tiene un efecto reconocible externo.

Y una vida amorosa desinteresada es la señal más segura de Redención del poder del oponente. Pero si esto no es evidente, el ser humano no se compromete con toda la seriedad con la obra de Redención por sus semejantes, ya que entonces carece de fe aunque la confiese con la boca.... Él mismo sigue sumido en el pecado, él sigue estar bajo el poder del oponente, desconoce la dicha de la Redención a través de Jesucristo.... Y es y sigue siendo un predicador muerto de Jesús, que aún no ha comprendido la importancia de Su obra de Redención.

Pero, por otra parte, cualquiera que haya encontrado la Redención a través de la sangre de Jesús puede realizar por sí mismo una Obra redentora sin ser externamente ser privilegiado por ello.... Puede demostrar su libertad del adversario a través de su forma de vida; puede defender vigorosamente a Jesucristo y Sus Enseñanzas; puede indicar a sus semejantes a Él, Quien es el Único que puede romper sus ataduras; puede trabajar en silencio y lograr mayor éxito que aquellos que se llaman a sí mismos representantes de Dios en la Tierra, pero que representan a Su adversario mucho más.... Puede contribuir grandemente a la Redención de las almas a través de su propio ejemplo e intercesión; puede ser un celoso colaborador de Dios, tanto en la Tierra como un día en el reino espiritual, porque Mi amor.... el signo de ser redimido.... le insta incesantemente a brindar ayuda a aquellos que aún no están redimidos....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise