Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6795
6795 Dios quiere revelarse a cada ser humano....
31 de marzo de 1957: Libro 73
Yo Mismo Me dirijo a vosotros, vuestro Dios y Padre desde la eternidad, si tan sólo es vuestra voluntad de escucharme. Ya sea que viváis todavía en la Tierra o ya estéis en el reino del más allá, constantemente necesitáis fuerza para ascender. Y os traigo esta fuerza en forma de Mi Palabra, que os conmueve milagrosamente, y vuestra alma también siente notablemente el aflujo de fuerza. Y, en verdad, lo espiritual ya habría ascendido a las alturas, si se aprovecharía de esta gran gracia de permitirme dirigirme a vosotros. Pero a los seres humanos y a las almas aún inmaduras en el reino del más allá les falta la fe al respecto, la fe en Mi amor infinito que busca una conexión con vosotros....
(31.03.1957) Sabéis bien que sois criaturas de un Poder, y se os dice que este Poder es supremamente perfecto, Que obra con amor y sabiduría.... Pero no tenéis prueba de ello mientras no hayáis establecido contacto con este Poder.... Y vosotros, a su vez, no establecéis la conexión porque no tenéis prueba de que sea amor y sabiduría en Sí Mismo. Y por eso busco continuamente el contacto con vosotros.... y Me dirijo a vosotros, aunque no lo creáis.
Pues ya que vosotros mismos sois completamente ignorantes como resultado de vuestra anterior caída en las profundidades, ahora tenéis que aprender lo que os falta en conocimiento, especialmente acerca de vuestra correlación con vuestro Dios y Creador y vuestra tarea terrenal. Por eso os llega Mi Palabra, la cual verdaderamente puede otorgaros la cognición más clara si la recibís en vuestros corazones y ahora actuáis conforme a Mi Palabra.... Y Mi Palabra se dará a cada ser humano en algún momento; siempre intento entrar en el corazón humano, poro no por la fuerza, porque eso sería inútil....
Pero donde he encontrado entrada al corazón de un ser humano, allí también se establece el vínculo, y ahora puedo hablar con mayor eficacia. Ahora puedo hablarle como un padre le habla a su hijo, y busco lograr este vínculo porque entonces tengo plena garantía de que el ser humano recibirá una verdadera aclaración acerca de Mi Ser y que también encenderá en su interior el amor por su Dios y Padre desde la eternidad. Me revelo en la Palabra, porque no quiero que los seres humanos permanezcan en la ignorancia, que abandonen la Tierra en la misma falta de luz en la que entraron en la Tierra....
Quiero impartirles conocimiento y dones hasta tal punto que sean capaces de amar al Poder que los creó, pues solo el amor los libera de toda atadura, de toda oscuridad y de toda debilidad.... Y ahora son capaces de mostrarme amor, entonces también harán voluntariamente lo que les exijo a través de Mi Palabra: guardarán Mis mandamientos de amor y así alcanzarán la luz. Solo Mi Palabra puede lograr esto; sólo si Yo puedo dirigirme a un ser humano puede transformarse su estado de oscuridad, pero nunca a través de las enseñanzas más sabias de sus semejantes que no tienen Mi Palabra como fundamento.
Y también entonces cuando Mi Palabra es transmitida al ser humano a través de sus semejantes, el ser humano mismo tiene que darme la oportunidad de poder dirigirme a él. Debe, impulsado por esa transmisión, conectarse mentalmente Conmigo, y entonces Yo Mismo podré hablarle, y Mi Palabra surtirá efecto. Sólo entonces el ser humano podrá creer sin pruebas, y se someterá voluntariamente al Poder que lo creó; se entrega a Él, y entonces la resistencia que en gran medida impidió Mi amorosa atención se romperá....
Entonces las pruebas de Mi amor fluirán continuamente al ser humano.... Luz, fuerza y capacidades inusuales ahora se harán evidentes en él; aumentará su sabiduría, y el estrecho vínculo Conmigo, que también resulta en actos inusuales de amor, también permitirán que surjan en el ser humano todos esos poderes y capacidades que una vez poseyó como ser espiritual como prueba de su origen divino, pero que había perdido por su apostasía de Mí.... Pero ahora el regreso a Mí ha tenido lugar, porque el ser humano se dejó abordar de Mí y obedeció voluntariamente Mis Palabras y porque creó en ellas y aprendió a amarme, a quien Yo Mismo Me revelé....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise