Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6780

6780 Esforzándose por los dones del Espíritu....

10 de marzo de 1957: Libro 72

Todos debéis esforzaros todos por los dones del Espíritu, porque solo ellos son el signo de la pertenencia a Mi Iglesia, que fundé en la Tierra.... Y la sincera voluntad de pertenecer a esta Iglesia Mía abre vuestros corazones para recibir Mis dones espirituales. Porque a través de esta voluntad, el Espíritu en vosotros se siente impulsado a expresarse hacia vosotros: primero os inspirará a actuar en amor. Y esta es una señal segura del Espíritu divino en vosotros, porque Él mismo es el Amor y, por lo tanto, también se expresa inspirándoos a actuar con amor.

Y si vosotros seguís esta sugerencia, el Espíritu realmente os concederá una atención inusual, iluminará vuestro pensamiento, y un pensamiento iluminado es un don espiritual inestimable, que no puede ser valorado los suficientemente alto.... cuando ahora lo comprendáis todo e incluso ahora, vosotros mismos podáis explicar todo lo que antes os resultaba incomprensible, cuando percibís Mi Palabra, ya sea escrita o hablada. Como Mi discurso correcto y lo comprendáis con claridad. Todos vosotros podéis adquirir este don espiritual porque es posible practicar el amor y, por lo tanto, solo se requiere la seria voluntad de pertenecer a Mí y a Mi Iglesia.

Y cuanto más íntimamente deseéis establecer el vínculo Conmigo, cuanto más fervientemente arde el amor en vosotros, más demandáis también la obra de Mi Espíritu. Y entonces las evidentes expresiones del Espíritu os darán la prueba de que Mi promesa se está cumpliendo: “Mi Espíritu os guiará a toda la verdad y os recordará todo lo que os he dicho“.... Podréis extraer de vosotros mismos el conocimiento más profundo; el “Espíritu de Dios” obrará visiblemente den vosotros, y Sus dones serán reconocibles incluso para vuestros semejantes.

Y según la fuerza de vuestra fe, también seréis capaces de realizar obras extraordinarias en vuestros semejantes; podréis obrar milagros, sanar enfermos, expulsar demonios y verdaderamente también recuperar la vida que se desvanece, pues para el Espíritu de Mí nada es imposible y, por lo tanto, también puede lograr lo que a vosotros os parece imposible, y vuestra fe y amor Me permiten estar presente en vosotros, para que Yo Mismo pueda obrar a través de vosotros. Y así, también podéis alcanzar el don profético de saber y ver lo que Yo permito que venga sobre vosotros, los seres humanos, para la salvación de vuestras almas.... y que ahora también podéis amonestar y advertir a vuestros semejantes acerca de estos acontecimientos, porque sabéis que ahora sólo habláis en Mi nombre y os expresáis de todo lo que os llena de previsión.

Los dones del Espíritu son siempre expresiones de la chispa espiritual encendida en vuestro interior, que pudo unirse con el Espíritu Padre desde la Eternidad, Conmigo Mismo, a través de vuestro libre albedrío para establecer una conexión Conmigo. Para buscar la unificación con Aquel de Quien una vez surgisteis. Y este vínculo es el signo distintivo de pertenecer a Mi Iglesia; los dones espirituales son una prueba segura de que os habéis esforzado por la unificación Conmigo y que también la habéis logrado. De lo contrario, Yo Mismo no podría expresarme en vosotros.... ni en forma de pensamientos iluminados ni a través de conocimientos extraordinarios ni logros inusuales.

Pero si vosotros, los seres humanos, queréis pertenecer a Mi Iglesia, si queréis ser miembro de la Iglesia que Yo Mismo fundé en la Tierra, entonces también tenéis que esforzaros por alcanzar los dones del Espíritu, pues todos podéis lograrlo si tan sólo tenéis la firme voluntad de hacerlo, pues solo esta voluntad os da la fuerza. Y la chispa espiritual dentro de vosotros ahora os impulsará incesantemente a hacer lo que está de acuerdo con Mi voluntad; os inspirará a cumplir los mandamientos del amor de Dios y al prójimo, os permitirá a reconocer vuestros defectos y errores, y os impulsará a trabajar en vosotros mismos.... Pero tenéis que escuchar su voz apacible y, por lo tanto, esforzaros por cumplir sus insistencia.... Y podréis recibir sus gloriosos dones del Espíritu, pues nunca más se secará la fuente que vuestra propia voluntad ha abierto en vosotros.... La fuerza del Espíritu os llenará, y el logro de vuestro objetivo en la Tierra será verdaderamente seguro para vosotros....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise