Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6672

6672 Aprovechando las gracias de la obra de Redención....

17 de octubre de 1956: Libro 71

Y si no aprovecháis las gracias de la obra de Redención entonces vuestra existencia terrenal no será evaluada, porque sólo como ser humanos podéis usar vuestra voluntad libremente, y por muy debilitada que esté, todavía es posible invocar a Aquel que os trajo la Redención a través de Su muerte en la cruz.... Y esta llamada ya es una petición de las gracias adquiridas por Él. Una llamada como tal a Él ya requiere Su reconocimiento, lo cual cada ser humano puede hacer si tan sólo utiliza el don de su entendimiento en la medida en que reflexiona cuando se le transmite el conocimiento acerca de Jesucristo.... Entonces el divino Redentor ya puede tomarle a él mismo para darle los pensamientos correctos, y entonces se establece la conexión.... Las gracias pueden volverse efectivas en la persona....

Pero es diferente cuando una persona tiene una actitud negativa hacia toda enseñanza respectiva a la obra de Redención.... Entonces se cierra a la fuente de la gracia, y por su propia voluntad. Pero entonces ella sólo vive una vida puramente terrenal, no se esfuerza por alcanzar el progreso espiritual, sólo ve la vida terrenal como un fin en sí mismo, y su voluntad está y sigue siendo dirigida equivocadamente.... Todavía pertenece al oponente de Dios, y no puede liberarse de él sin la ayuda del divino redentor Jesucristo. Por cierto, no perdéis vuestro ser, porque incluso si dejáis la vida terrenal sin haberla evaluada, seguiréis existiendo incluso después de la muerte de vuestro cuerpo, no os espera un estado de vida, y tampoco ningún estado de actividad dichosa, sino que entonces habéis caído en la muerte espiritual, porque todavía estáis agobiados por el pecado del que Jesucristo os trajo la Redención si vosotros mismos hubierais aceptado esta Redención.

Vuestra voluntad no puede ser eludida, cómo la voluntad se ajusta al divino Redentor, así también es vuestro estado.... libre o atado.... Porque no podéis esperar la Redención sin reconocer a Aquel que obtuvo esta Redención para vosotros en la cruz. Él cargó con todas vuestras culpas y las expió por vosotros.... Pero, ¿cómo podéis esperar una suerte libre si os apartáis de Él y no aceptáis las gracias que Él ha adquirido para vosotros?.... ¿Cómo podéis ser felices si os habéis comprometido con otro señor, al cual primero tenéis que renunciar reconociendo a Jesucristo....?

Sólo podréis ser felices cuando vuestra culpa del pecado haya sido pagada. Vosotros mismos no sois capaces de hacer esto por la eternidad, por eso Él llevó vuestros pecados por vosotros y los expió. Y en vuestra vida terrenal tenéis que acudir a Él y pedirle a Él que también os haya borrado la culpa.... Y entonces gracias sobre gracias fluyen hacia vosotros, porque entonces Su amor se apoderará de vosotros y ya no os dejará caer. Y sólo entonces valoréis adecuadamente vuestra vida terrenal, que os fue dada sólo para este fin: volver a Dios a través de Jesucristo, Quien se encarnó en el hombre Jesús para morir por vosotros en la cruz.

La vida terrenal os ofrece la oportunidad para balancearos hacia arriba libremente y lleno de luz al reino de los bienaventurados después de vuestra muerte, porque sólo es necesario el reconocimiento de Jesús como Redentor del mundo para poder reclamar las gracias que garantizan vuestra perfección, pero vosotros también podéis dejar pasar esta gran oportunidad en virtud de vuestro libre albedrío y permanecer nuevamente en las tinieblas y atadura durante tiempos eternamente largos. Debéis abriros a los dones de la gracia, debéis reconocerle a Él en el libre albedrío.... Entonces vuestra vida en la tierra no será ociosa, entonces progresaréis en vuestro desarrollo, y entonces habrá también para vosotros una vida bienaventurada, porque solo Jesucristo puede guiaros de la noche de la muerte hacia una vida en luz y gloria....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise