Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6656

6656 Influjo de fuerza de Dios....

28 de septiembre de 1956: Libro 71

Intentad de absorber las divinas corrientes de fuerza dentro de vosotros, abriéndoos a Él, Quien es la fuente de fuerza desde la eternidad. Vuestro pensamiento, vuestra voluntad, vuestros deseos sólo deben dirigirse hacia Él, y vuestro corazón debe abrirse voluntariamente para recibir de la fuente eterna de fuerza, lo que Dios quiere dar a todas Sus criaturas: fuerza y luz en abundancia. Entrad conscientemente en el silencio para conectaros con Él y cultivad este trato íntimo, y siempre seréis fortalecidos nuevamente, Su amor siempre os dará lo que os falta y lo que deseáis.... Debéis vivir más conscientemente....al anhelar siempre la cercanía de Aquel Que es vuestro Padre y con Quien debéis establecer la relación filial adecuada para poder experimentar también el amor del Padre.

La vida os ha sido dada por Dios, y es por eso que siempre debéis recordarle a Él con amor y gratitud; no debéis darlo por sentado, sino también apreciar esta gracia extraordinaria al no dejar que vuestros pensamientos Le abandonen, y así puede tener lugar un constante desbordamiento de Su fuerza en vosotros, la que os permitirá crecer y madurar hasta la perfección.... Y si os sentís seguros del flujo de la fuerza, entonces también podréis lograr o superar cualquier cosa, entonces toda debilidad caerá de vosotros, porque entonces estaréis en posesión del bien más preciado.... La fuerza divina os llena y sois consciente de la presencia de Dios....

Vuestro camino terrenal debe traeros este estado en el que os habéis convertido en vencedores porque se os permite hacer uso ilimitado de la fuerza divina, pero todavía tenéis muy poca fe para poder apropiaros de esta fuerza, y Dios no os pide nada más, que os abráis a Su fuerza.... que Le pidáis un suministro de fuerza y al mismo tiempo ya estáis preparados para recibirla.... que os dejéis fluir a través de vosotros de forma totalmente consciente y, por así decirlo, entregándole todo vuestro cuerpo, para que Él tome posesión y expulse todo lo innoble.... que sólo queráis seriamente convertiros en recipiente de la fuerza divina.

Vuestra voluntad lo es todo y vuestra voluntad también logra todo siempre y cuando esté dirigida espiritualmente.... Y estar lleno de la fuerza de Dios es un deseo espiritual que se cumple. El deseo por la fuerza divina todavía no se expresa lo suficiente, ni siquiera entre las personas que se esfuerzan espiritualmente.... Porque el cuerpo entonces siente notablemente esta falta de fuerza y tiene que sufrir.... Pero donde hay fuerza de Dios, allí no hay sufrimiento, ninguna enfermedad, ninguna necesidad, porque todo esto será superado con la fuerza divina....

Dios quiere estar presente entre vosotros, siempre y eternamente.... Pero no siempre permitís Su presencia. Cuando hacéis obras de amor, Le estáis atando a vosotros porque Él Mismo es el Amor.... pero también podéis hacerle presente a través de los pensamientos, y debéis aprovechar eso y por eso nunca andar sin Él, porque sólo está esperando vuestro llamado, que también es cada pensamiento dirigido a Él.... Y Él responde a este llamado y os hará feliz como señal de Su presencia con la fuerza en la forma que deseéis.... Y Él os hablará como señal de Su presencia cuando abráis vuestro oído, u os dará fuerza cuando abráis vuestro corazón a Su corriente de gracia....

Debéis aprovechar Su amor y dejaros siempre dar regalos, porque Él sólo quiere dar siempre cuando reconoce vuestra disposición a recibir, cuando estáis dispuesto a recibir lo que Su amor tiene destinado para vosotros.... Fuerza y la gracia en abundancia que os convierten en vencedores en esta tierra. Porque la fuerza de Dios siempre es eficaz si tan sólo se permite su efecto.... si el hombre sólo confía fielmente en esta fuerza....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise