Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6626

6626 La Palabra de Dios está bendecida con Su fuerza....

20 de agosto de 1956: Libro 71

Todas las almas podrán sacar consuelo y fuerza de Mi Palabra, independientemente de si todavía están en la tierra o ya en el reino del más allá, si sólo la escuchan voluntariamente cuando se les presenta. Porque he bendecido Mi Palabra con Mi fuerza y es gracias a esta fuerza Mía que las almas encuentran la salvación de sus problemas, cuando se dirigen hacia Mí, cuando aprenden a reconocer la gran obra de Misericordia del hombre Jesús, en Él Yo Mismo por estas desdichadas criaturas que aún están lejos de Mí. A través de Mi Palabra se les presenta Mi infinito amor y gracia, y la fuerza de Mi Palabra les hace entender todo y ser tocadas por ella.... que pueden creer porque la fuerza de Mi Palabra estimula el amor a ellas y ahora también son capaces de cumplir Mi voluntad....

Mi palabra está bendecida con Mi fuerza y tendrá una gran influencia si es escuchada con buena voluntad y aceptada en el corazón. Pero siempre hablo de la Palabra viva, no de la mera forma, de palabras vacías que quedan completamente desprovistas de cualquier fuerza.... Porque si estas últimas también tuvieran el mismo efecto, entonces realmente ya no habría más almas no redimidas en el más allá, ya que se habla en todas partes, pero con demasiada frecuencia se trata simplemente de una repetición muerta de leer textos que carecen de toda fuerza y, por lo tanto, esos lugares de proclamación de palabras muertas rara vez son visitados por almas del más allá. Que realmente necesitan palabras vivificantes para despertar de su estado muerto.

Y lo mismo les sucede a los hombres en la tierra.... No llegarán a la vida a través de proclamaciones de palabras muertas, esto requiere agua viva, que tiene su origen en Mí y que también tiene un efecto de fuerza evidente en las personas que la escuchan voluntariamente.... Pero la Palabra sólo está viva cuando Yo Mismo la pronuncio, y eso requiere que el proclamador de Mi Palabra Me permita hablar a través de él.... que él mismo sea de fe viva, que se entregue completamente a Mí, así como él quiere hablar con la gente para que yo ahora pueda tomar posesión de él, para que ahora Yo Mismo pueda hablar a través de él, aunque la palabra suena de su boca.

La conexión íntima de proclamador Conmigo debe existir, de lo contrario no soy Yo quien habla, sino sólo él mismo quien habla y entonces la fuerza de Mi Palabra nunca podrá tocar un corazón humano a menos que el oyente mismo establezca la conexión íntima Conmigo.... porque entonces Yo le hablo directamente y entonces él también será tocado por la fuerza de Mi Palabra.... Estas palabras serán comprensibles para vosotros, los humanos, si consideráis que “la Palabra de Dios” se proclama constantemente públicamente y por todas partes, pero que el estado de alma de la humanidad es tan inusualmente bajo que hay que hablar de tinieblas espirituales, de necesidad espiritual....

Esta necesidad, este punto bajo, n podría darse si “Mi Palabra” fuera comunicada a los humanos, si cada uno de los proclamadores de la Palabra de Dios fuera tal que fuera una herramienta adecuada para Mí, por cuya boca pudiera expresarme.... La fuerza de Mi Palabra penetraría por todas partes y verdaderamente revelaría un efecto obvio.... (20.08.1956) y entonces habría muchas más oportunidades para que la gente Me escuche a Mí Mismo y no como es ahora, donde la gente visita los por tradición los lugares donde se les debe ofrecer la Palabra de Dios, pero donde muchas veces sólo suenan palabras humanas, porque a Mí Mismo no se dé la oportunidad de la oportunidad de expresarme a través de bocas humanas, pero nunca paso por alto el libre albedrío del predicador que tiene que establecer la conexión Conmigo de tal manera que Yo pueda hacer uso de ella....

Entonces la gente también podría sentir la fuerza de Mi Palabra y entonces saldría de estos lugares profundamente impresionada y se llevará algo consigo si son de buena voluntad y desean escuchar Mi Palabra. La falta de fuerza de lo que escuchan mayoritariamente se expresa en el hecho de que la gente no cambia en lo más mínimo su estilo de vida, que no toman en serio nada de lo que se exige en el Evangelio, en Mi divina enseñanza de amor.... Sólo en muy pocos casos lo de “ir a la iglesia” tiene un efecto visible en la persona que se esfuerza por cambiar su ser, que trabaja conscientemente en su alma, que se puede reconocer un esfuerzo hacia arriba.... porque falta “la fuerza de la Palabra”, que es la que produce tal cambio.

Lo que es Mío, lo que surge de Mí y da testimonio de Mí, nunca quedará sin efecto, mientras una sola persona tenga la mente abierta y Me deje hablar a sí misma.... Y por eso Mi Palabra debe transmitirse a las personas, y para esto necesito tales siervos que sean herramientas dispuestas para Mí, que.... si quieren proclamar Mi Palabra también deben dejarme a Mi mismo hablar a través de ellos.... Sólo así la Palabra tendrá fuerza y también mostrar un impacto visible. Y sólo así podrá mejorar el estado mental de las personas, lo que incluye también la disposición de los oyentes a recibir Mi Palabra.

Si ahora vuelvo a transmitir Mi Palabra directamente a la gente, entonces vosotros también podréis explicaros esto a vosotros mismos en la gran angustia espiritual.... Y donde fallan aquellos cuyo oficio debería ser realmente anunciar Mi Palabra a la gente, allí Yo Mismo formo Mis siervos que aceptan Mi Palabra voluntariamente y la llevan para ayudar a aquellos que anhelan Mi Palabra, que necesitan fuerza y la desean de Mí Mismo.... que abren voluntariamente su corazón y sus oídos y ahora también Me oirán a Mí Mismo, aunque no les hablo directamente.... He bendecido Mi Palabra con Mi fuerza.... Todos aquellos que se dejen hablar por Mí lo experimentarán, porque su alma madurará, su ser cambiará y se adaptarán a Mi Ser original.... vivirán en el amor y alcanzarán el objetivo.... la eterna bienaventuranza....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise