Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6594

6594 Dios necesita siervos en el tiempo de la cosecha...

14 de julio de 1956: Libro 71

En el tiempo de la cosecha se necesitan muchos segadores, y entonces también acepto constantemente siervos que quieran servirme. Ha llegado el momento de la cosecha y todavía que mucho trabajo por hacer para que los últimos frutos maduren y puedan ser llevados al granero... Y el trigo se separa de la paja... Todos vosotros conocéis esas palabras que dije en la tierra, y ahora las entenderéis también, si sabéis y creéis que el fin está cerca, que ahora ha llegado este momento en que necesito servidores leales dispuestos a trabajar en gran número.

Se ha sembrado mucho de la buena semilla y se podría obtener una buena cosecha; pero no toda semilla ha caído en buena tierra, no toda semilla ha brotado y ha sido cuidado con el amor de un granjeo celoso que quiere obtener buenos frutos de su tierra. Pero Yo soy el Señor, y toda la tierra es propiedad Mía, la cual he entregado a trabajadores muy trabajadores, quienes deben cultivarla y construirla en Mi nombre. Pero cuando ha llegado el momento de la madurez, todavía tengo que contratar a muchos trabajadores más para que Me ayuden a traer la cosecha...

Tengo que enviara Mis sirvientes para que actúen en Mi nombre, que proclamen Mi Palabra, que amonesten y animen para a la actividad amorosa, que hablen en Mi nombre y para Mi nombre... y señalar a Jesucristo, el divino Redentor, y hacia el final cercano, tienen que hacer todo lo posible para aún salvar las almas de las tinieblas... entonces hacen el trabajo de un fiel servidor en Mi viña, solo entonces es posible que muchos buenos frutos maduren, que puedo recoger en los graneros, que puedo llamar en Mi reino, que serán separados de los que son quemados como paja en el fuego eterno...

Si una vez ha llegado la hora del fin, entonces saldrá también todo lo que no es apto para dar vida, que no debe ser visto como fruto, sino como una cáscara vacía, que no sirve para nada más que se quema y ser esparcido a los vientos... Pero al final la cosecha debe ser grande, y por lo tanto el crecimiento de la planta más pequeña debe ser observado y promovido con todo amor... Porque un buen siervo puede hacer mucho si cuida y atiende con amor hasta la planta más pequeña... cuando la expone a los rayos del sol y la riega ansiosamente con agua de amor...

Un bien siervo todavía Me puede traer mucho fruto, y quiero bendecirlo por su esfuerzo y perseverancia, que puede traerme una cosecha más que abundante. Por eso no puedo utilizar servidores descuidados y perezosos, que no hacen bien su trabajo, que solo parecen estar activos porque creen que pueden engañarme... Y Mi llamado, por tanto, siempre va dirigido a los que todavía están preparados en la última hora para entrar en Mi servicio, porque acepto a cada uno, porque el tiempo se acaba hasta el final... Y al que quiera servirme, también le doy la fuerza para estar activo para Mí... solo que él tiene que tomarlo en serio con su trabajo para Mí y Mi reino, porque es urgente, pues la rica cosecha para Mí significa una pérdida para Mi oponente...

Significa despertar a la vida, escapar de una muerte segura... Y por eso los sirvientes pueden aportar mucho si siguen Mi llamado y hacen lo que les pido que hagan: si llevan Mi Palabra al mundo, si simplemente hablan de Jesucristo y Su Obra de amor, cuando proclaman Su divina enseñanza de amor y, por lo tanto, siembran buenas semillas en la tierra para que aún puedan crecer y dar frutos ricos antes de que llegue el final... Porque solo queda un poco de tiempo, pero que debe ser aprovechado bien... para que Yo pueda tener una rica cosecha...

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise