Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6509
6509 El alma, una creación en miniatura.... Retrospectiva....
24 de marzo de 1956: Libro 70
El mundo lleva innumerables criaturas en su camino hacia las alturas, todas las cuales, según su estado de madurez, requieren las creaciones más diversas.... Las creaciones terrenales-materiales son la morada de innumerables sustancias del alma perteneciente a un espíritu primordial caído, pero que existen en formas externas tan diferentes, que, en cierto sentido, cada obra de creación lleva en su interior una partícula de un alma primordial caído, las cuales todas se volverán a reunir una vez.... Pero entonces en esta alma primordial se alberga todo lo que existe en toda la creación. Esta alma primordial, en la etapa final del proceso de maduración, se encarna ahora en el ser humano, en la forma terrenal externa, que está diseñada para que el alma ahora pueda pasar su prueba de voluntad, para entonces, como espíritu de luz, volver a entrar de nuevo en el reino espiritual, para entonces, en su estado original, lleno de luz y fuerza, volver a ser inimaginablemente dichoso....
Como el alma ahora alberga todo lo creado en sí, está en su perfección, también interesada en todas estas creaciones, porque ahora también se le devuelve la capacidad de recordar, para que pueda experimentar retrospectivamente su curso de desarrollo y pueda ayudar a lo espiritual, que todavía lucha en las mismas formas, a liberarse a través del cumplimiento de la voluntad divina, porque este espiritual lleva a cabo la actividad que le asigna la ley obligatoria.
El alma perfecta es inmensamente feliz al contemplar sus innumerables componentes de sí misma, porque contempla la creación entera y puede, por así decirlo, participar en su creación y mantenimiento. Sin embargo, transcurren tiempos infinitos antes de que un alma primordial alcance esta perfección, aunque es consciente de las innumerables deformaciones anteriores. Al reflexionar sobre sí misma, se llena de una dicha inimaginable al reconocerse creadora de infinitas deformaciones, que puede permitir que surjan de nuevo según el modelo dentro de ella misma, para ayudar a las partículas aún no redimidas de otras almas primordiales a ascender a las alturas.... Ella misma tiene que estar en la luz más brillante y ser capaz de recibir fuerza inconmensurable para llevar a cabo esta actividad creativa, pero la dicha de crear según la voluntad divina permite a un alma perfecta estar constantemente activa, y Dios confía esta tarea a tales almas para su felicidad. Pero lo que se propone crear debe estar siempre en su interior....
La innumerable cantidad de espíritus primordiales caídos aún requiere creaciones de naturaleza terrenal durante eternidades, y la voluntad de ayudar a todos estos caídos a alcanzar la dicha anima a cada ser perfecto y lo estimula a una actividad tan diversa como diversas obras ofrece la creación.... porque todo lo que existe en el universo está presente en esa alma. Por lo tanto, no puede hacer otra cosa que mirar atrás, a las distintas fases de desarrollo, para ahora poder ser creativamente activa con mayor dicha. Y lo que una vez fue doloroso e insoportable, lo reconoce como beneficioso y necesario, y ahora aunque pone elementos espirituales inmaduros en tales creaciones, lo hace con ferviente amor a Dios y por lo espiritual primordial aún no redimido, y se cuida de las partículas individuales con inagotable paciencia y amor, guiándolas paso a paso hacia mayores alturas.... Este es el plan de Dios, en el que participa todo lo perfecto....
(24.03.1956) Ningún ser se elude de esta tarea, porque el amor a Dios y a lo aún no redimido lo llena todo, y como el amor siempre busca traer dicha tanto a lo no redimido como también a Dios, Quien ve su dicha en el regreso de todo lo espiritual hacia Sí.... Sin embargo, las eternidades forman parte de ello, y creaciones siempre renovándose una y otra vez. Y todas estas creaciones son la voluntad de Dios llevada a cabo por los seres de luz, la cual pueden llevar a cabo porque ahora lo saben todo, porque cada ser de luz es en sí mismo una creación perfecta, porque todas las ideas de Dios se encuentran exactamente iguales en cada alma que ha llegado a la luz.... y porque, en una voluntad semejante a la de Dios, ahora también es capaz de crear, pues la fuerza está plenamente a su disposición.
Innumerables mundos estelares son considerados creativamente de esta manera por lo seres de luz a quienes se le confía su cuidado, pero siempre según la voluntad divina. Por lo tanto, cada obra de la creación tiene diferentes seres vivos según el grado de madurez espiritual. Sin embargo, no hay nada en toda la creación que un alma perfecta no tendría en sí misma. Y así, de verdad, el ser humano ya es una creación en miniatura de toda la creación humana, un milagro incomparable para el alma que contempla espiritualmente, que no dejará de contemplarse a sí misma.... Pero esta alma también creará y obrará incesantemente en la eternidad porque encuentra inspiración en todas las formas que contempla dentro de sí misma, para volver a dejar surgir tales formas para vivificarlas con las innumerables partículas que aún necesitan ser redimidas....
Esta obra de Redención sólo puede ser realizada por un ser perfecto, pero es tan inmensamente dichosa, que por eso también tendrá lugar una redención completa de todo lo caído antiguamente, pues cuanto más avanza el proceso de redención, más fuerzas redentoras emergerán. Pero aún quedan eternidades.... pues la cantidad de espíritus primordiales caídos y la a menudo interminable duración de su resistencia lo explican, ya que el libre albedrío es siempre es siempre el factor clave que no debe olvidarse.
Para los seres bienaventurados, sin embargo, el tiempo ya no es un concepto; ante Dios mil años son como un día.... sólo para lo espiritual imperfecto son tiempos infinitos, pero un día este espiritual también alcanzará un estado de luz y dicha.... Y entonces, la reflexión sobre su camino de desarrollo es sólo un asombro dichoso, una admiración por todo lo que el alma tuvo que deambular.... Entonces ya no conoce ningún sufrimiento ni tormento; entonces sólo hay alabanza y agradecimiento en su interior por el poder, el amor y la gloria de Dios, su Creador y Padre desde la Eternidad....
amén
Traducido por Hans-Dieter Heise