Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6508

6508 Devoción a Jesús.... Salvador y Médico.... Redentor....

22 de marzo de 1956: Libro 70

El pecado de vuestro anterior alejamiento de Mí que pesa sobre vosotros, os ha convertido en seres deficientes y por tanto infelices que sólo podrán recuperar la dicha plena cuando se liberarán de su gran pecado, cuando ellos mismos lo han expiado, en la medida de lo posible durante el tiempo de su pre-encarnación, y cuando entonces se dejan redimir como seres humanos de Jesucristo, para que Yo pueda borrar toda culpa, porque se han entregado por su propia voluntad al divino Redentor Jesucristo, en Quien Yo mismo Me encarné en la Tierra.... Porque ahora vuelven a Mí, de Quien una vez se apartaron.... Ahora Me reconocen voluntariamente como su Dios y Padre desde la Eternidad.... y entonces ellos también serán infinitamente dichosos, como lo fueron en el principio....

Por lo tanto, exijo la devoción a Jesucristo, porque a través de esta devoción expresáis vuestra voluntad de regresar a Mí: Pero ¿habláis vosotros, los humanos, en serio acerca de refugiarse bajo la cruz y recibir de Él el perdón de vuestros pecados? ¿Os acercáis con plena fe a Él, Quien es vuestro Salvador, vuestro Redentor y vuestro Hermano? ¿De verdad queréis reclamar Su gracia, la cual Él adquirió para vosotros en la cruz? ¿Habláis palabras en espíritu y en verdad? ¿o son sólo palabras vacías cuando os confesáis a Él?

Él verdaderamente es vuestro Salvador y Médico, Él es el Redentor del pecado y la muerte, Él es el caparazón que Me llevó, y por lo tanto, su poder y fuerza eran ilimitados.... Y este Jesús es y sigue siendo la Deidad visible, porque Lo elegí para ser un Dios visible para vosotros, Que soy Espíritu desde la Eternidad hasta la Eternidad. Y cuando Lo invocáis a Él, Me invocáis a Mí.... Y Yo os escucho y os respondo, porque os he dado la promesa por medio de Jesucristo: “Si pedís algo al Padre en Mi nombre, Él os lo dará”....

Creed plenamente en estas Palabras y no dudéis en encomendaros a vuestro Salvador y Redentor, para que Yo os pueda dar pruebas que cumplo Mi Palabra.... Tenéis que recordar siempre que Yo Mismo os impulso a orar en espíritu y en verdad, que quiero, que vengáis a Mí en toda necesidad del cuerpo y del alma.... Y así dirigíos hacia Mí, recordad Mis Palabras, dejad que penetren profundamente en vuestro corazón y creed sin dudar, porque Mis promesas son verdad, pero vosotros mismos determináis su cumplimiento.

Cargué con todos vuestros pecados por vosotros, tomé sobre Mí todo el sufrimiento y las dificultades que habríais tenido que soportar como expiación por vuestro pecado original.... Y la vida de cada ser humano puede transcurrir sin preocupaciones y sin sufrimiento si se los entrega a Mí Mismo, para que Yo también pueda cargar con su culpa. Sin embargo, la fe más viva debe acompañar su oración; debe saber que ni quiero que el ser humano sufra.... pero que no puedo evitar su sufrimiento contrario a Mi orden eterno, si su fe aún es tan débil que su clamor no llega a Mis oídos, si aún dudan de Mi amor o poder.... Yo puedo ayudar a todos los humanos y quiero ayudar a todos los humanos. Y si vuestra fe es una viva, entonces aprovechad esta seguridad Mía y entregaos a Mí....

Lo primero es una fe viva en Mi obra de Redención, cuando estáis convencidos de que cargué con todos vuestros pecados, de que Yo cargué con todo vuestro sufrimiento y morí por ello en la cruz para que pudierais liberaros al respecto. Sólo entonces se desvanecerán todas las dudas en vosotros, sólo entonces os entregaréis a Mí con plena fe, y sólo entonces podré quitaros vuestro sufrimiento redimiros del pecado y de la muerte. Porque sólo entonces vuestro regreso a Mí será completo, sólo entonces Me reconoceréis en espíritu y en verdad....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise