Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6496

6496 Invitación a la mesa del Señor....

9 de marzo de 1956: Libro 69

Se os debe ofrecer el pan del cielo para que vuestra alma se fortalezca y pueda resistir cuando la violencia se le oponga.... No debéis pasar hambre, porque el alimento espiritual os es ofrecido constantemente desde lo alto, porque Mi amor os proporciona constantemente los alimentos que necesitáis para lograr vuestro objetivo. Pero venid a Mi mesa con hambre real, no os saciéis antes en otro lugar, porque podéis recibir suficiente de Mí y sólo el alimento que Yo mismo os preparo y que recibís de Mí mano es de verdadero valor para vosotros.

Os invito a todos vosotros a ser mis invitados porque sé que puedo ofreceros algo delicioso que no está al alcance de ningún otro anfitrión y porque sólo este alimento preparado y distribuido por Mí es el alimento adecuado para vuestra alma. Y si ahora habréis recibido mucho de Mí, entonces distribuidlo también a vuestros semejantes y haced que ellos también vengan a Mi mesa y se dejen saciarse.... Distribuid el pan como lo hice Yo y repartidlo. Y dadle a vuestros semejantes una bebida fortalecedora en amor....

Dejadles beber también del manantial del que mana el agua de la vida.... Familiarizadlos con Mi Palabra, que llega a vosotros desde lo alto y que da fuerza y luz a todos que la aceptan con gratitud y la procesan en el corazón. Todos vosotros tenéis que escuchar Mi Palabra para poder vivir según ella, todos tenéis que conocer Mi voluntad, porque todos vosotros tenéis una tarea que cumplir en la tierra, y para ello necesitáis luz y fuerza.... Y esto lo recibís a través de Mi Palabra....

El alma debe ser ayudada a la vida, que todavía se encuentra en un estado extremadamente débil en su cuerpo y.... mientras esta sea su permanencia.... debe madurar para que después de la muerte del cuerpo poder entrar en el reino de la luz como un ser espiritual lleno de fuerza y luz, donde nuevamente le espera una actividad, para la cual debe estar completamente equipada.... Y todo lo que necesita para la maduración, para la vida y actividad feliz en el reino espiritual le serán transmitidos en la vida terrenal en abundancia, si tan sólo está dispuesta a recibir.... Yo mismo la sustento, Yo mismo la ayudo a la vida eterna a través de Mi Palabra.

A vosotros los humanos realmente no puedo presentaros lo suficientemente el efecto y el significado de Mí Palabra, porque todavía no sabéis apreciar su valor.... Porque aunque adquiráis bienes terrenales en exceso.... ellos no pueden mejora en lo más mínimo el estado de vuestra alma, éste permanece débil y miserable si no se le da el alimento que necesita para construirse, si no puede refrescarse y fortalecerse en Mi Palabra, que la toca como una corriente de vida y le da fuerza para poder desarrollarse.

La invitación de venir a Mi mesa y dejarme hospedaros se dirige a vosotros una y otra vez, porque sólo Yo sé lo mucho que vuestra alma necesita alimento, sólo Yo sé lo que os ayuda a vivir, y sólo Yo puedo daros este alimento.... pero si también tengo lo más delicioso para regalar.... Mi invitación a menudo es ignorada, la gente pasa de largo junto a Mis siervos que quieren darles Mi invitación, y se llena de comida inútil, en las fiestas mundanas, donde a menudo se les ofrece una bebida venenosa que causa gran daño a su alma.... y su codicia por los placeres de este mundo será cada vez mayor....

Pero quien come con frecuencia el pan y bebe el agua que Yo le doy, ya no tendrá necesidad de pasar hambre no de sed para siempre y, sin embargo, recibirá siempre Mi refrigerio con pleno goce, porque Mis dones traen felicidad que no son comparables con los placeres terrenales. Por eso debéis ser celosos servidores y ayudar a vuestros semejantes a recibir el alimento espiritual, mandado por Mi Amor Mismo; debéis señalarles a Aquel, Que es el Único que puede dar, porque Él solo posee, y que siempre sólo distribuirá buenos dones a Sus hijos.... un alimento que ayuda al alma a la vida eterna y que puede recibir todo aquel que quiera ser Su huésped....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise