Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6450

6450 Cambio de voluntad.... Jesucristo.... Fuerza - luz - gracia....

12 de enero de 1956: Libro 69

Quien sabe acerca de la culpa de lo espiritual, que es la razón de la creación, la razón del caminar terrenal y de la vida de los hombres en la tierra, ya no se rebelará contra , porque este conocimiento es el resultado de volver la voluntad hacia .... El conocimiento ciertamente también puede ser comunicado a aquellos que tienen una voluntad desviada de la Mía. Pero entonces nunca reconocerán tal conocimiento como verdad y aceptarlo, entonces siempre permanecerá solo un bien intelectual para aquellos, que lo rechazarán como “ideado” por los hombres. Entonces no será nunca una luz de cognición que les ilumina.... porque eso precisamente incluye el cambio de voluntad que convierte el ser humano en Mí niño que ha vuelto hacia Mí

Ni la propia actividad de pensamiento ni la transmisión a través de otros seres humanos puede dar al hombre el conocimiento correcto, porque esto es como una luz que Yo Mismo enciendo en el hombre, pero que solo puede encenderse cuando se haya vuelto voluntariamente hacia Mí.... Una vuelta voluntaria hacia Mí también testifica siempre la voluntad de abandonar el anterior estado defensivo, de regresar el camino que una vez lo llevó lejos de su Padre. Es por tanto un regreso consciente y, por lo tanto, una confesión de su anterior sinrazón.... su pecado contra Dios....

La voluntad de servirme refuerza esta confesión inconsciente de su culpa anterior donde, por el rechazo de Mi amor, se elevó por encima de Aquel, Que sólo quería darse a Sí Mismo.. La petición de fuerza y de gracia es también la confesión de la culpa, la conciencia de que por su pecado anterior había perdido todo lo que originalmente le correspondía....

E hombre que todavía está metido en su antiguo pecado no enviará un llamado hacia arriba al Padre por fuerza, luz y gracia porque no Me reconoce, por lo que está atrapado todavía en su pecado original, y por eso es que él jamás reconocerá un conocimiento como verdadero, que le aclara su estado pecaminoso.... Y allí radica la gran importancia de un cambio de voluntad, porque suprime el anterior estado de pecado, pero que nunca podrá ser realizado por sus propias fuerzas, porque la caída hacia la profundidad y el pecado eran demasiado grande, que el ser, que se había vuelto completamente impotente podría haberse transformado de nuevo por sí mismo.... Y por eso debe ser invocado Aquel, Que es el único que puede remediar la debilidad de la voluntad, Que murió por estos seres en la cruz para poder dar a su voluntad la fuerza de regresar a Mí....

Quien está verdaderamente arrepentido ya se ha entregado a Jesucristo, ha reclamado Sus gracias, que Él adquirió en la cruz por los hombres pecadores.... Porque volverse a Mí siempre está asociado con el reconocimiento a Jesucristo.... porque la luz en el hombre solo puede brillar con toda las fuerzas, es decir, traer la cognición al hombre, cuando ha sido redimido por la sangre de Jesús, porque antes de eso Mi Espíritu no puede obrar en el hombre, que ilumina su pensamiento y restablece el orden, que es principio divino.

El reconocimiento de Dios y la subordinación bajo Su voluntad siempre tendrá como consecuencia el reconocimiento de Jesucristo como Hijo de Dios y Redentor del mundo.... Porque quien se reconecta Conmigo sale de su estado de oscuridad y también reconoce plenamente la misión del hombre Jesús y el significada de la obra de Redención.... Él quiere volver y eso significa también volver a la luz, significa recibir fuerza y gracia.... significa la entrega de Mi amor en exceso.... él confiesa su culpa y pide perdón.

El sentimiento del distanciamiento del ser hacia Mí, su Dios y Creador desde la eternidad, se expresa en la oración por gracia, fuerza y luz.... ha renunciado a su antigua arrogancia, ha vuelto a Mí en la más profunda humildad y ahora puede volver a recibir gracia, fuerza y luz sin medida.... La culpa está escrita en la arena.... El divino Redentor Jesucristo Mismo la ha pagado....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise