Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6354

6354 Dios quiere que vivamos....

13 de septiembre de 1955: Libro 68

Yo os he creado para la felicidad, para la vida.... pero no para la muerte, para una existencia indigna que no corresponde a Mi amor y sabiduría, que nunca puede llamarse un estado perfecto y sin embargo es vuestra suerte, que caísteis. En toda perfección emergisteis de Mí.... Pero lo que sois ahora ya no es perfecto, sino más bien debe ser descrita de manera opuesta, porque habéis tomado una forma completamente diferente, os habéis convertido en criaturas por vuestra propia culpa, que no tienen derecho de llamarse “criaturas de Dios”, porque lo que Yo una vez creé era sumamente perfecto y lo que aún existe se ha desviado completamente de esta perfección.... Y, sin embargo, todavía Me pertenece a Mí porque es Mi fuerza que llegó a expresarse en Mis criaturas.... Y esta fuerza pertenece a Mí hasta toda la eternidad....

Pero en el estado en que os encontráis ahora, estáis infinitamente lejos de Mí, y esto significa que también habéis perdido la “vida” como resultado, porque vivir significa usar el poder en el amor y la sabiduría, pero que vosotros no poseéis el poder para obrar y tampoco lo aprovecharíais en el amor y la sabiduría.... Vosotros sois criaturas muertas, aunque Yo mismo fue vuestro punto de partida. Pero quiero que viváis, que volváis a estar cerca de Mí, para que Yo pueda daros luz y fuerza.... que debéis usar en Mi voluntad.... Porque este es vuestro destino que un día también cumpliréis y entonces vosotros también podréis ser llamados indescriptiblemente bienaventurados....

Yo os he creado para la vida, y quiero que volváis a la vida otra vez, entonces Yo Mismo debo cuidaros, porque vosotros solo nunca lo lograréis, porque sois impotentes y sin poder nunca podréis elevaros hacia las esferas donde está la vida ininterrumpida.... Yo Mismo tengo que suministraros la fuerza.... pero tenéis que aceptar Mi fuerza, tenéis que dejaros traslucir como lo hacíais cuando aún estabais cerca de Mí y eráis felices.... Debéis volveros hacia Mí como una vez os alejasteis de Mí....

Tenéis que reconocerme como vuestro Dios y Creador desde la eternidad, como una vez Me dejasteis porque os negasteis a reconocerme como fuente de fuerza, como Padre, Que os llamó a la vida. Tenéis que cambiar por completo.... Tenéis que volver a ser lo que erais desde el principio si queréis llegar a ser llenos de luz y fuerza y eternamente feliz.... si queréis vivir y obrar de acuerdo a vuestro destino. Y este cambio debe producirse a través de vuestro libre albedrío, así como este libre albedrío una vez renunció a todo lo que os marcaba como un ser divino y perfecto....

Yo Mismo quiero volver a daros la vida porque Mi amor no quiere dejaros en el estado de muerte, que nunca puede significar felicidad ni plenitud.... Pero también debéis estar dispuestos a aceptar la vida.... Debéis entregaros a Mí completamente sin resistencia para que Yo pueda volver a formaros a Mi imagen.... lo cual, sin embargo, es imposible mientras que Me resistáis. Renunciad a vuestra resistencia y os daré un vida eterna en toda gloria....

Escapad de la muerte invocando a Aquel Que es la vida Misma desde la eternidad. No os dejéis detener en las tinieblas, en la noche de la muerte, sino invocad a Aquel Que puede soltar vuestros grilletes y daros la libertad. Reconoced a Aquel contra Quien pecasteis una vez a través de vuestra apostasía, a través del rechazo a su amor, que significa la vida para vosotros.... Él siempre os da Su amor una y otra vez si tan solo lo deseéis y os entreguéis a Él....

Quiero despertaros a una nueva vida, y entonces nunca os sentiréis impotentes. Y pronto también reconoceréis de dónde venís, qué erais, qué sois y en qué os debéis convertiros de nuevo.... Y os esforzaréis plenamente conscientemente por la perfección anterior, desearéis vivir y también preservar la vida, seréis capaces de crear y obrar en luz y fuerza y queréis resucitar lo muerto e infeliz.... Me daréis todo vuestro amor y ahora seréis Mis hijos y lo seréis para siempre....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise