Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/6025

6025 Misericordia.... No endurezcáis vuestros corazones....

16 de agosto de 1954: Libro 65

Lo que queráis que la gente os haga, hacédselo también a ella. Poneos siempre en la situación del prójimo que está en problemas y pensad en lo agradecidos que estaríais vosotros si alguien os ayudara a salir de este problema y luego actuad en la medida de vuestras posibilidades y será justo ante Mis ojos. Pero si la necesidad de vuestro hermano os deja frio, entonces vuestro corazón ya está endurecido, y entonces os será difícil entrar en el reino de los cielos, porque entonces estáis sin amor y no, entonces no cumplís Mis mandamientos, y vuestra alma no puede madurar.... la transformación espiritual del ser no se produce, pero la cual es vuestro propósito y objetivo de vuestra vida terrenal.

La necesidad de otro ser humano también puede ser auto-infligida por él mismo, y sin embargo debéis ayudarlo, porque vosotros mismos también podéis caer en el pecado y así meteros en problemas, y también recurriréis de Mi amor y de Mi misericordia cuando os sentís infelices.... Si vuestro corazón está endurecido, si pasáis pasivamente de largo de una persona que se encuentra en una necesidad, mentalmente poneos en la misma situación.... y el hielo se derretirá, una ola de misericordia os inundará, si todavía sois capaces de cambiar en absoluto....

Porque sabed que todos pueden entrar en los mismos apuros; sabed que vosotros mismos no determináis vuestro propio destino y, por lo tanto, no podéis evitar nada de lo que quiero dejar que os sobrevenga con el propósito de vuestra educación.... Lo que afecta a vuestro prójimo hoy puede ser ya vuestro propio destino mañana, y si entonces esperáis ayuda, entonces dadla también a vuestro prójimo, y lo hacéis algo bueno.... No pensad con superioridad moral, no os sentid encumbrado, y no menos preciad a vuestros semejantes porque estáis mejor posicionados en la tierra y parecéis dominar mejor la vida.... Porque entonces Me causáis de dejar meteros en la mismas situaciones para que sentáis lo que antes no queríais comprender.... No endurezcáis vuestros corazones, sino dejaos tocar por cada necesidad y buscad traer ayuda.

Porque dais y recibís a cambio ricamente lo que habéis repartido. Y conquistáis los corazones de los destinarios, y esa es vuestra mayor ganancia, que os sigan buenos pensamientos, que lo vuestro será recordado con amor, lo que vuestra alma sienta como fuerza para su propia maduración. Y pensad siempre en Mis Palabras: “Lo que hacéis al más pequeño de vuestros hermanos, lo hacéis Conmigo....” Entonces os será fácil aliviar la necesidad.... Y si ahora amáis a Dios sobre todas las cosas, tampoco negaréis el amor a vuestro prójimo.... y cumpliréis Mis mandamientos y maduraréis en vuestra alma....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise