Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5127

5127 Trabajo en el viñedo.... Subordinación de la voluntad....

9 de mayo de 1951: Libro 57

El trabajo de la viña es tan polifacético que todos los que estén dispuestos a hacerlo pueden entrar en Mi servicio, pues Yo asigno la actividad a cada uno según su capacidad, y todos podrán llevarla a cabo, aunque se requiere un gran afán de trabajo. Sin embargo, sólo hay unos pocos que están dispuestos a trabajar para Mí, y su grado de madurez es tan diferente que no todos pueden hacer el mismo trabajo y, por tanto, Me entreno servidores con el fin de poder distribuir el trabajo de tal manera que sea exitoso para Mí y Mi reino. El trabajo de la viña se ha vuelto extremadamente urgente, pues el tiempo de la cosecha se acerca y por lo tanto todavía necesito muchos siervos que quieran servirme con amor. Pero, ¿dónde voy a encontrarlos? Servirme no es particularmente atractivo para la gente de este mundo, porque aparentemente no hay ninguna ventaja que obtener de ello; además, este trabajo también requiere una tremenda autoconquista.... El ser humano debe servir, es decir, dejar de lado su propia voluntad y dejar que prevalezca sólo la del Señor.... Hago esta exigencia a todo aquel que quiera trabajar como mi siervo en mi viña. Debe someterse completamente a Mí y hacer sólo lo que Yo le exijo. Sin embargo, las personas son voluntariosas y no pueden subordinarse, por lo que tampoco son aptas para un servicio que requiere una completa entrega de la voluntad. Porque sólo uno obra, y soy Yo, porque sólo Yo sé lo que es bueno y correcto.... por lo tanto, Mis siervos deben someterse a Mí y siempre sólo cumplir mi voluntad. No quiero que trabajen arbitrariamente sin haber obtenido Mi instrucción, quiero que escuchen lo que les digo y luego trabajen con entusiasmo según Mi voluntad. Así, quiero instruirlos primero, sólo entonces se deben presentar en Mi nombre y realizar el trabajo de la viña, es decir, trabajar el campo, los corazones humanos, para recibir la buena semilla, Mi divina Palabra, para que la cosecha sea rica y pueda alabar a Mis siervos si me han traído una gran cosecha. Quien quiera trabajar para Mí debe aceptar las instrucciones de Mí, y así abrir su corazón y su oído para que Yo le pueda hablar. Pero cualquiera que aborde el trabajo sin ser encargado por mí no tendrá mucho éxito, porque no trabaja para Mí sino para sí mismo.... Sólo trabaja por la recompensa que se le da, y ésta será escasa y sólo se pagará para el tiempo terrenal.... Así que ciertamente también se ofreció para trabajar en la viña, pero no esperó a ver si yo lo empleaba como apto para ello. Trabajaba porque todo trabajo paga su salario, pero no por amor y lealtad al Señor, a quien sirve. Y no valoro este trabajo como trabajo para Mí y para Mi reino. Ciertamente pago el salario, es decir, mantengo a Mi siervo mientras trabaje para Mí, pero más allá de eso ya no merece nada, pues su salario se ha acabado porque sólo pensó en sí mismo, pero necesito siervos que quieran servirme por amor a Mí y al prójimo, que cuiden con esmero Mi viña y no permitan que nada se pierda en ella, que por lo tanto Me sean y sigan siendo siervos fieles por toda la eternidad. Quien quiera trabajar para Mí debe someterse completamente a Mí y ser sólo el ejecutor de Mi voluntad, debo poder tomar posesión de él y trabajar a través de él sin encontrar resistencia. Entonces él será Mi mano que se vuelve activa, entonces él trabajará en Mi lugar, entonces él será Mi verdadero representante y trabajará en la viña según Mi voluntad. Y entonces también tendrá mucho éxito, aumentará Mi reino, ganará muchas almas para Mí y su actividad será bendita....

Amén

Traducido por J. Gründinger