Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5051

5051 Filiación de Dios.... Gracia y fuerza.... Sufrimiento y amor....

28 de enero de 1951: Libro 57

Para alcanzar la Filiación de Dios se requiere un gran auto superación y un trabajo constante sobre su alma, es decir, un control constante de los pensamientos, palabras y acciones. El ser humano debe esforzarse por lograr el bien desde el corazón y, por lo tanto, permanecer completamente en el amor; Debe dejar de lado todas las malas cualidades, ser puro y verdadero en todo su ser, debe permanecer en constante conexión Conmigo, de lo contrario, no tiene fuerza, incluso si tiene buena voluntad. Él debe sacar constantemente fuerza de Mí, a través de actos de amor o de oración, es decir, a través de la conexión mental Conmigo con le petición de fuerza.

Vosotros, los humanos, podéis lograr mucha en la Tierra, pero Mi gracia siempre tiene que apoyaros, la cual nunca os será negada si tan sólo la deseáis. Sin gracia sois débiles y sin pedir fuerza no podéis recibirla, por eso, inevitablemente debéis entrar en contacto Conmigo, pero entonces también podéis estar seguros de que recibiréis fuerza para poder cumplir vuestra tarea en la Tierra.... para formaros en hijos de Dios, a quienes se les abre toda bienaventuranza en el reino espiritual.

La filiación de Dios es el grado de perfección más alto que podéis lograr en la Tierra, por eso comprenderéis que para lograr este grado de perfección se requiere una vida extremadamente difícil en la Tierra, y comprenderéis entonces el destino de muchos seres humanos buenos y creyentes que tienen que sufrir mucho durante su vida en la Tierra. El amor y el sufrimiento cristalizan el alma y la hacen receptiva a la luz; El amor y el sufrimiento disuelven la densa envoltura y espiritualizan el alma para que pueda entrar en el reino espiritual completamente liberada.

Una vida tranquila y sin sufrimiento en la Tierra nunca podrá producir el grado de madurez que da derecho a convertirse en la filiación de Dios, al estado que le permite permanecer en Mi cercanía, para poder crear, por así decirlo, Conmigo y en Mi voluntad en una dicha ilimitada. La vida en la Tierra es corta, y aunque fuese una de la más duras y dolorosas, todavía no se compara con la bienaventuranza que corresponde a quienes alcanzan el grado de filiación de Dios en la Tierra. Pero que se os diga una y otra vez que sólo con Mi apoyo, con la mediación de la gracia y de la fuerza, podéis alcanzar este grado, y que por tanto debéis permanecer siempre en contacto Conmigo, porque si Mí nada podéis hacer....

amén

Traducido por Hans-Dieter Heise