Origen: https://www.bertha-dudde.org/es/proclamation/5037

5037 Lucha contra el enemigo de las almas.... Llamar a Jesucristo....

9 de enero de 1951: Libro 57

En la lucha contra el mal, siempre saldréis victoriosos si llamáis a Jesucristo para pedir ayuda. Él conoce al enemigo de las almas, que también se enfrentó a Él Mismo como enemigo cuando caminaba sobre la tierra y que determinó que a los hombres lo clavaran en la cruz. Él lo conoce y sabe de sus engaños, de su astucia y su violencia y de su poder, del cual abusa para apartaos a vosotros de Dios y alejaros de Él. Lo conoce y, por lo tanto, Él Mismo se pone a luchar tan pronto como lo llamáis para pedir ayuda.

Estáis en peligro constante, porque él os acecha en vuestro alrededor y trata de haceros daños, él sabe quién se está esforzando hacia Dios, y este en especial trata de hacerle caer, tratando de engañarle con una máscara, siendo piadoso pero lleno de pensamientos satánicos. Jesucristo, sin embargo, destapa su juego vergonzoso y da clara fuerza de reconocimiento a quien se encomienda a Él. Ninguna llamada a Él pasa desapercibida y ningún enemigo es demasiado poderoso para este actuaría contra Él.... Él obliga a todos y sale victorioso.

Por tanto, no necesitáis que temer al enemigo de vuestras almas y sea lo que sea que quiere hacer contra vosotros, porque tan pronto como llamáis a Jesucristo por ayuda, por apoyo, él os deja de sí mismo porque conoce la fuerza del nombre divino y la tema. Pero quien se confía en su propia fuerza y cree que no necesita la ayuda de Cristo, también está abandonado a sí mismo y tiene que emprender la lucha él mismo contra el Satanás. Y sucumbirá, porque un hombre débil no puede hacer frente a su fuerza, que también recibió de Dios y la que ahora usa de una manera completamente incorrecta.

Jesucristo siempre está a vuestro lado para ayudaros, pero vosotros tenéis que acercaros a Él por Su amor y gracia, vosotros tenéis que creer en Él, que es un fuerte conquistador de Satanás y por lo tanto, puede ayudaros;

Y la ayuda no dejará de llegar, Él negará al enemigo de las almas el acceso a vosotros, tan pronto como querréis rendirle homenaje a Él, tan pronto como os entregáis a Él para que os ayude. Porque todo está sujeto a Su Poder, y Él también gobierna el reino del mal, por lo que las fuerzas de las tinieblas tampoco tienen poder sobre vosotros, vosotros que llamáis al divino Redentor Jesucristo para protegeros del mal. Encomendaos a Su protección y Su gracia y os cuida....

Amén

Traducido por Hans-Dieter Heise